7.5.05

miaku_ (2005)



con el pelo al viento _ (do-re-mi-fa-sol-la-si)_
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Todos estamos metidos en algo que nos desborda cuando quiere, y es la vida. Intentamos aparentar que tenemos la situación controlada. Es sólo fachada.
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Se dice que una imagen vale más que mil palabras, lo que es cierto a veces, aunque también es cierto que hay palabras que valen más que mil imágenes.
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el artista no se ofrece sólo a su público sino a la humanidad, de ahí que el arte deba ser responsable y humano, no egocéntrico, narcisista o sólo virtuoso
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el problema de la juventud es que suele sucederle lo que la resta: la rutina, la erosión de las cotidianas mezquindades y ruindades de la vida corriente, y el paso rara vez benevolente del tiempo... y esto más en el alma que en el cuerpo
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la vida alterna la amargura y los dulces
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la victoria o la derrota pueden suceder, pero intentarlo es un deber
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las inconsciencias, maldades y chapuzas explican porqué el mundo no está mejor
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el alma a veces no puede conseguir que el cuerpo vuele
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internet es ideal para crear obras en proceso, sin límite de duración (como retransmisiones a través de la web de manera indefinida) o extensión, siendo que el límite físico es el cuadro de la pantalla, pero se puede seguir retransmitiendo o añadiendo sin límite, hacia arriba o hacia abajo, por orden de caída o ir añadiendo...
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si la cara fuera el espejo del alma la maldad nunca se asentaría en un bello rostro, pero esto ocurre a veces; y no habría bondad alguna en quienes tienen rostros desagradables, pero esto también ocurre, pues la bondad o la maldad son expresiones del alma, no de las facciones de la cara... la fisiognomía elude estas evidencias y no las puede explicar, pero existen y desmontan sus teorías
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una evidencia puede ser desagradable pero cierra la puerta a teorías insulsas, reduccionistas, idealistas, pesimistas, malvadas o tontas... y hay demasiadas evidencias acerca de la ilógica, injusticia, maldad y estupidez en el mundo como para seguir creyendo en el triunfo de la bondad, la justicia, la inteligencia, aunque lo humano es seguir intentándolo, seguir intentando que crezcan la bondad, la justicia y la inteligencia, como pilares que son de la dignidad y felicidad humanas
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Al nacer no lo hacemos con el deber de vivir en un valle de lágrimas, ni tampoco con la obligación de ser felices en todo momento, pero sí con el deber de intentar ser lo más justos y felices posible.
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la derrota no consiste en no lograrlo sino en no intentarlo
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se puede asumir la adversidad, la enfermedad e incluso la muerte con entereza, serenidad y algunas sonrisas... cada sonrisa es un instante de alegría salvado del incendio de la vida, de los huracanes de la vida y sus erosiones y mutilaciones, de los muros de los días... cada sonrisa es una flor que no ahorca el diablo, todavía
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la relación entre las 7 notas musicales y los colores es fascinante, do rojo, re naranja, mi amarillo, fa verde, sol azul, la índigo y si violeta
(en la notación inglesa c - d - e - f - g - a - b; do re mi fa sol la si) que además están relacionados con los 7 chakras ( más enhttp://web.archive.org/web/20070507071651/http:/www.elmistico.com.ar/chakras.htm yhttp://web.archive.org/web/20070507071651/http:/es.wikipedia.org/wiki/Chakra )
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emigrantes que merecen un monumento 
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¡habría que levantarles un monumento! emigrantes que merecen un monumento
en este país, como en tantos otros, a quienes emigraron se les debería hacer un monumento por dos cosas: la primera es que al emigrar dejaron menos carga para sus países, ya bastante pobres, y la segunda porque la mayoría de las veces desde el extranjero mandaron dinero, divisas, que ayudaron a sanear la economía de su país de origen... y además hay que atreverse a marcharse a otra tierra, aprender otro idioma, costumbres y dejar atrás a los seres queridos, la propia tierra... nunca se ha reconocido lo bastante lo que los emigrantes hacen por su país de origen
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cuando creemos que algo está perdido... no es tan raro que aparezca, aunque quizá entonces ya no nos interese mucho... ¡cosas de la vida!
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¿hasta qué punto existen los poetas malditos o los malditos son quienes maldicen a los poetas?
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no pidas jamás que calle un corazón enamorado, ni pidas que no ame... podrá resignarse a no ser correspondido, podrá apaciguar el deseo, pero un corazón enamorado sólo puede amar
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digan lo que digan la vida ni es sólo jardín ni sólo jungla, ni somos sólo labios ni sólo dientes...
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la vida quizá es un experimento que a veces no sale bien del todo
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cuando abandonamos la casa en la que vivíamos, pintan la fachada, arreglan la calle... ¡cosas de la vida!
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ser escritor es viajar por la vida con palabras
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cómodo silencio
a menudo el silencio muestra la falta de valentía de atreverse a hablar, muestra la cobardía, la vulgaridad, la complicidad o la estupidez de no tener nada que decir, pero se acusa antes a quien habla y nunca a quien calla... callar es cómodo, no hay riesgo de decir algo inconveniente aunque sea cierto o de equivocarse en lo que se dice
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hay compañías tristes y la soledad no tiene porqué serlo
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morir no es grave, lo grave es que alguien muera sin haber intentado vivir lo que ama
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el infierno es aún peor al descubrir que existe el cielo
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quizá no haya nada por lo que arriesgarse o morir, pero quizá sí alguien
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la vida está llena de vocaciones rotas, de semillas que no tuvieron la oportunidad de crecer y florecer, de trabajos de amor desperdiciados y muchas veces perdidos
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en sociedad prospera más quien tiene dinero, belleza o carisma que quien tiene sabiduría, talento o bondad
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es imposible ser inútil, pero es muy probable ser utilizado
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nunca se pierde todo, pero ¡se pierde tanto!
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la vida es a menudo una carretera sin señalizar, a veces mal señalizada
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la vida no es cruel, pero sí es salvaje, y a veces ridícula, y a veces absurda, y a veces deliciosa...
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aprender a hablar es más fácil que aprender cuándo hablar callando
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civilización es la expresión con la que se describe en sociedad a la barbarie
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es increíble que no estemos peor, ¡somos tan inconscientes!
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quizá la felicidad es proporción de espacio, peso y tiempo
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¿la velocidad es espacio y peso atravesando el tiempo?
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el fracaso de una vida está no en aquello que no se consiguió sino en aquello que no se intentó
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quien lo intenta puede fracasar, quien no lo intenta es un fracasado
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entre la vida y el gris a veces sólo falta un beso en la mejilla... entre la vida y las puertas del cielo, un beso en los labios... entre las puertas del paraíso y el cielo, un beso con las lenguas amándose
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epilogio: palabra que se me ocurre para llamar al elogio, en un funeral, a quien ha muerto
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se dice que de lo sublime a lo ridículo no hay más que un paso... quizá lo sublime es intentar el paso hacia lo sublime y lo ridículo es no intentarlo
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quizá más terrible que el miedo a la muerte sea el miedo a un porvenir triste, adverso, pobre, aislado, en soledad, cuando se es joven... ese miedo descarría a demasiados, tala vocaciones, empequeñece dones, nubla vidas
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pocas sociedades favorecen los dones de la juventud, pretenden que la juventud continúe con las estupideces y mediocridades habituales
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El cine puede ser la más poderosa de las artes, pero también es la que exige más, pues el cine requiere un tiempo prolongado de atención, silencio y casi inmovilidad, además de oscuridad y una disposición de ánimo tranquila, lúcida y receptiva. Puesto que exige tanto del espectador, éste tiene derecho a exigir bastante, que lo que ve tenga cierta entidad, que sea ingenioso, honesto, original, lúcido, o alegre, crítico... que valga la pena verlo. Si además llena de alegría o descubre tesoros escondidos, desvela o incita a algo maravilloso, entonces esa película ha alcanzado lo sublime y tiene la virtud de la poesía. En ese caso, cuando aporta algo valioso a la vida de quien lo contempla, merece admiración, aplauso y elogio. Como en todas las manifestaciones humanas lo sublime es minoritario, claro, también en el cine.
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La vida tiene sorpresas pero algunas son terribles, y es terrible sentir que nada de lo que nos pueda ocurrir es terrible para la vida. Quizá es uno de los motivos por los que necesitamos pareja o alguien a quien le importemos, para no sentir la terrible verdad de nuestra insignificante vulnerabilidad, lo frágiles que somos y lo salvaje que es el abismo blanco de la indiferencia de la vida, aunque las relaciones basadas en esta indefensión y este miedo al porvenir por naturaleza son flojas y las relaciones saludables y maduras se basan en la aceptación del abismo de la vida y en el deseo de compartir cosas con otra persona, o de hacer planes juntos, o de aprender mutuamente...
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El sexo es bueno, y bello, y noble y necesario, pero qué pequeño es comparado con el amor. Por eso quien ama, si no es correspondido, puede incluso transformar el deseo o expresarlo por otras vías sin rozar siquiera a quien desea y ama, y seguir amando en la distancia.
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El problema de publicar es que con el tiempo se puede pensar de otra manera o expresarse de otra manera, y entonces la obra impresa, publicada, es un problema, y quizá algo de lo que arrepentirse o avergonzarse. En internet el problema se soluciona porque permite eliminar o corregir, incluso instantáneamente. Es maravilloso.
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¿Y si lo que llamamos sensatez fuera cobardía?
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En cuestiones de amor lo que se llama cobardía a veces es prudencia; y lo que se llama valentía a menudo es inconsciencia y temeridad.
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Escribir sobre la historia o sobre la historia de un arte o disciplina, tiene el problema de que se debe conocer todo lo posible y eso incluye conocer todas las atrocidades y aberraciones que fueron relevantes, o que aún lo son, y en ocasiones es ineludible situarlas en la historia, incluirlas, cuando en el fondo se desea no hacerlo. Y el sentimiento de haberle dado propaganda, cancha al enemigo, de hacer que perdure su maldad, su nombre... cuando quizá tanta maldad mereciera silencio, además de que las culpas de una época a menudo recaen simplemente en unos pocos dirigentes, que aunque eran canallas tenían la colaboración de multitud de cómplices. La historia sólo recoge los grandes nombres y carga las culpas sobre unos pocos, y naciones enteras cómplices a menudo quedan disculpadas mientras sólo se condena a quienes mandaban. Es cierto que hay canallas pero si no hubiera tantos pequeños canallas, inconscientes y estúpidos no habrían tantas aberraciones. No es del todo justo cargar a unos pocos con la responsabilidad que es de todos en realidad. Y no se pueden eludir logros parciales incluso de gente bastante despreciable por sus ideas canallescas, que es lo que sucede en la historia del cine con el despreciable clásico El nacimiento de una nación. Es despreciable por su racismo, es un clásico por su calidad cinematográfica, y esto humanamente plantea un problema. Como pequeño historiador del cine, es necesario citar esta película, como persona se siente indignación al verla. Y al escribir esa pequeña historia del cine la persona se debe encoger para admirar el talento cinematográfico de Griffith. Quizá por eso he abandonado, no la pequeña crítica del cine que aprecio, sino las pequeñas historias del cine.
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Con el tiempo casi todo parece poco importante, y descubrimos que pensamos demasiado en lo que los demás decían, pensaban... ¿dónde están? y que si no lo hicimos debimos, decir te amo cuando amamos, tengo miedo cuando tuvimos miedo, y haber intentado lo que nos hacía felices.
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nadie puede robarte lo que das -
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nadie puede robarte lo que das
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nadie puede robarte lo que das,
nadie puede deshacer tus sueños,
como se ahoga un azucarillo intentando endulzar un café,
nadie puede convencerte de que vivimos en el mejor de los mundos posibles,
y si alguien es capaz,
de robarte lo que das,
de deshacer tus sueños como se ahoga un azucarillo intentando endulzar un café,
convencerte de que vivimos en el mejor de los mundos posibles...
no te engañes: te están devorando
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sólo los pies nos unen al suelo
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digan lo que digan,
por salvaje y voraz que sea la vida,
hay belleza, bondad, ternura, alegría amor y poesía
digan lo que digan,
aunque injusticias, dolores, enfermedades y crueldades
nublen el sol tantas veces,
el sol atraviesa los nubarrones,
hay calor, dulzura, juventud,
hay plenitud, hay alegría
digan lo que digan
aunque existan la vejez y la muerte,
aunque el cuerpo se vaya desmoronando,
mientras tengamos las alas del alma
sólo los pies nos unen al suelo
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Dios... no sabemos dónde demonios se mete a veces;
el demonio... a veces Dios lo mete en alguna parte
¡menos mal!
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Cuidado, lo importante no es qué sino con quién
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Aunque no logres disfrutar o aprender mucho, intenta que siga siendo tu vida
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Creo en la fidelidad del corazón, no en la del cuerpo
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En la vida abundan el miedo, la envidia, el engreimiento, la pereza, la mediocridad, la vulgaridad, y existen la maldad y la crueldad, aunque hay prodigios, bondad, maravillas, alegría...
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Aunque se suele decir que a veces no hay nada que perder, eso no es verdad. Siempre se puede perder algo más de lo que ya se ha perdido, y siempre se puede ganar o conseguir algo más. Esto sí es verdad. Que se crea que no se tiene nada que perder no significa que esto sea así, en realidad siempre podemos perder más sudor o dinero, o nos lo pueden intentar robar, aprovechar. Siempre podemos perder la dignidad si nos la dejamos arrebatar, siempre podemos perdernos por malos caminos si no estamos atentos, si no somos firmes, si no confiamos en lo bueno que hay en nosotros y en la vida. Siempre se puede perder la confianza en el mundo, la fe en lo maravilloso, la alegría, la esperanza, la ilusión, las ganas de vivir... Siempre se puede perder lo que se tiene, lo que se anhela, lo que se ama... La vida no es una suma simplemente, se resta también a cada momento, y a veces, sin embargo, las restas, las pérdidas, son en realidad logros y ganancias, como cuando perdemos el miedo o perdemos alguna relación nociva, injusta. Siempre podemos seguir perdiendo, y tenemos que ir aprendiendo a perder, sobre todo lo malo, pero también a asumir que muchas cosas están destinadas a perderse o a diluirse en la vida, y hemos de ir juntando y creando cosas buenas en el otro plato de la balanza. Ganar y perder, conseguir y partir, lo alegre y lo doloroso... Pero lo triste en realidad es creer que lo doloroso es alegre o que no hay más que lo conocido, por triste que sea. Podemos seguir entre pérdidas y ganancias, hasta que ya no quede de verdad nada que perder, con la muerte. Hasta entonces... vivimos
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No sabemos cuántas vidas arruina la cobardía, pero sí cuántas arruina la temeridad. Así las cosas la cobardía tiene las de ganar, pues se sabe quién fue temerario pero no quién fue cobarde o sensato, o astuto. Es un asunto delicado el de la valentía o cobardía de las acciones pues en ocasiones los matices son muy importantes y las situaciones muy personales, imposibles de valorar justamente desde fuera, y quizá de afrontar con éxito desde dentro.
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Cuando todo parece perdido, por lo general, sólo lo parece. Para perderlo absolutamente todo hay que estar muerto, o padecer una enfermedad degenerativa, o aún peor, haberse traicionado, pero de no ser así, el espíritu humano, aunque frágil, vulnerable y corrompible, es fuerte, capaz y alegre, aún debilitado y a pesar de desangrarse entre ruinas, puede resistir y vivir.
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El pasado pesa, a veces el peso es consistencia y solidez, a veces el peso es lastre.
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He oído hablar de la feliz fatiga de vivir... Feliz a veces, fatiga a veces... Mejor el empeño de vivir.
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Es importante recordar qué fue triste, injusto, doloroso, para no atrofiarse en la melancolía de un pasado idealizado. El pasado, además de serlo, no suele ser tan memorable, tan bueno... ¡se perdieron cosas que eran detestables!
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Una tortura busca un milagro. El desierto tiene sed, o como dijo Chejov, el perro hambriento sólo tiene fe en la carne, y el ser humano en la ternura y el prodigio, en la belleza y la bondad, en la justicia y el talento, y sobre todo en la chispa de la vida, en la alegría.
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... es triste que una semilla se quede en una tierra árida y no dé sus frutos
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la vida es arriesgada, siempre lo es, lo que ocurre es que casi nunca nos damos cuenta de los riesgos que corremos y de lo frágil que es este hilo. Creemos, ¡que ilusión!, que estamos seguros si hacemos lo de siempre o nos armamos de una coraza, ¡sea la que sea! pero no es así, la vida es como un aroma y como la humedad, se infiltra a través de los poros, de las rendijas de la vida. Nada es sólido y opaco sino un tiempo. La vida es fluida y fluctuante, previsible sólo en un par de cosas: la decadencia física y la muerte... El riesgo está en vivir, quizá no lo haya en morir.
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El suicidio en ocasiones quizá es una decisión de impacientes más que de cobardes, incapaces o de sufridores. La impaciencia de un corazón que no logra contener sus desbocados impulsos y ver algo más de este arco-iris, en vez de mirar el hueco y lo perdido o el dolor del presente. La impaciencia de un corazón que no tiene fe en sus sueños o carece de la tenacidad de luchar por ellos.
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_vamos a descontar mentiras
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quizá es más importante descontar y deshacer mentiras que enarbolar causas nobles pero muy lejanas o quizá inalcanzables, porque, cuando se descubre una mentira, un camino condenado al dolor y el fracaso queda mostrado y se puede seguir por otro con más posibilidades de que crezca la alegría
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¿equilibrio?
es mentira que existe la estabilidad, el equilibrio:
el equilibrio lo alcanza el muerto
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¿la vida es justa?
es mentira que en la vida se consigue lo que se merece, que la vida es justa:
la vida está llena de situaciones injustas, de multitudes apaleadas sin ninguna razón justa, a veces sin razón alguna siquiera, por estupidez, por inconsciencia, y a veces por pura maldad...
en la vida se consigue lo que se consigue, no lo que se merece; se hace lo que se puede, lo que se puede pero en gran parte lo que la sociedad te permite, se vive lo que se te permite vivir, pues de lo contrario las fuerzas represoras es muy probable que te encierren, difamen o eliminen.... y de ejemplos así está la vida llena...
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¿existe la seguridad?
la seguridad no existe: no hay nada seguro, o como alguien dijo "lo más cierto de la vida es que la vida es incierta"
no hay casi nada seguro, y en realidad por más que alguien intente asegurar su vida o su casa o lo que más ame, no hay garantía de nada, sino que se pueden poner más barreras, más candados pero nada más... no hay refugio seguro, no hay vida segura, no hay coches seguros.... sencillamente se consigue que el riesgo sea menor pero no más.... quien se engañe creyendo que tiene el porvenir asegurado o su casa segura o que está seguro en alguna parte o con alguien, en realidad se engaña porque siempre estamos en peligro, lo que no significa que la mejor solución sea meterse debajo de la cama, ¡¡también podría caerse el techo!! Basar la vida en la búsqueda de la seguridad es fracasar porque es una búsqueda sin éxito posible, es un fantasma muy peligroso. Más bien la vida se basa en atreverse a la incertidumbre y con las pocas certezas y las ternuras y deseos que se tiene ir caminando y creando un camino entre la luz y la oscuridad, y sorteando obstáculos, trampas y mentiras...
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¿cualquier trabajo dignifica?
la mayor de las mentiras quizá sea que cualquier trabajo dignifica, cuando la realidad es que la mayoría erosionan a las personas y pocas personas trabajan en lo que les hace felices... además las personas somos dignas por ser personas, no por trabajar, pues si así fuera todas las personas que no trabajan serían inidignas y habría que despreciar a gran parte de la humanidad, a la infancia y vejez casi por completo, a las personas jubildadas a las impedidas... a quienes han despedido de sus trabajos.... Esa idea de que el trabajo dignifica es una idea utilitarista que intenta justificar las condiciones de trabajo, a menudo precarias y abusivas y la propia situación de tener que trabajar para que esta situación se vea como una cosa necesaria de la que enorgullecerse cuando en realidad muchas veces ni es tan necesaria ni hay de qué enorgullecerse....
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¿todo está en el pensamiento positivo? ¿así se arregla el mundo?
es mentira que los problemas se solucionan mirando las cosas con optimismo y mirando en positivo, sencillamente eso sirve como actitud pero por más que se diga alguien que la vida es maravillosa si está sin dinero, intentando abrirse paso en una sociedad que lo margina y le llena los pulmones de aire sucio... su vida no es maravillosa y creerlo tampoco la hará maravillosa... ¡las palabras no cambian tanto la realidad! A veces se pretende que todo el problema de la vida está en que ésta se está mirando mal, que mirándola bien el mundo sería perfecto, pero no es así.
Como alguien dijo "endulzar los problemas sólo sirve para extender la diabetes"
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¿un suicida quiere destruir el mundo?
No es cierto que el suicida quiera acabar con el mundo además de con su vida. Se pueden amar cosas bonitas de la vida pero sufrir mucho y desear que el dolor termine. Se puede morir a voluntad por no poder lo maravilloso, por haberlo perdido, por verlo despedazado, y en esto no haber odio alguno a la vida, sino más bien lo contrario. Un suicidio no es un genocidio, no es el holocausto, es el propio homicidio, nada más.
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El sol del invierno
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el sol del invierno nos conduce a la primavera
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hablando de lo que va mal se puede intentar hacer algo para que mejore; poniéndose una venda en los ojos sólo puede empeorar
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las rectas y el geometrismo son reduccionistas: las rectas son filos, perezas tristes sin imaginación, alegría, ternura y belleza... sin ganas de reír, bailar y volar
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si todo fueran rectas la vida no existiría, todo serían aristas
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oh, cuántas cosas son maravillosas y se nos ofrecen, cuántos regalos... y cómo las mejores cosas de la vida ni son cosas ni cuestan dinero
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el aire de la bondad
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no viviremos lo bastante para conocer todas las maravillas de la vida
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esclavo es quien camina al dictado que otros le marcan,
como un recluta marca el paso en el ejército
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hay gente a la que se debe perdonar después de la muerte,
aunque quizá no de la suya sino de la nuestra
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muchos suicidios se deben en parte no sólo a una falta de esperanza
y a un gran sufrimiento sino también a una imaginación demasiado
grande, que tanto puede crear infiernos más terribles que aquellos
que se viven, como paraísos tan quiméricos o inalcanzables que al
no lograrse provoquen una gran decepción y una gran pena
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mucho de lo que deseamos no es necesario
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la pequeñez abunda, la justicia no reina en la vida, la verdad a
veces ve la luz y otras veces llega mucho después, cuando ya se
ha ido todo el mundo
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las obras perduran
es inevitable ser crítico, áspero, trágico o pesimista en ciertos
momentos de la vida, pero cualquiera que se entregue a los
demás (y si persiste la obra a la posteridad) debería abstenerse
de que la desesperación y la falta de vitalidad fueran ingredientes
importantes de sus obras. Sería preferible no publicar obras
desoladoras si se carece del ánimo necesario para crear obras
vigorosas y alegres, o al menos, por críticas que sean, lúcidas
y justas con la vida. Quizá cuando sólo pisamos los cristales
rotos de las fiestas ajenas sea fácil que olvidemos y obviemos
las cosas buenas de la vida.
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sólo se pierde cuando se compite: aunque se logre quedar
en primera posición, o muy alto
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creer que se tiene que llegar a un nivel impuesto por el exterior
es esclavizarse, tanto si se llega a ese nivel como si no. Si se
llega es a costa de uno mismo y si no se llega se considera un
fracaso aunque no lo sea.
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renunciar a los sueños y a los ideales a cambio de una hipotética
y aparente seguridad es un error muy grave, pues esa seguridad
es quebradiza y finalmente se derrumba, mientras que los sueños
e ideales son inquebrantables y si no los abandonamos nos
sostendrán y guiarán mientras vivamos.
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¡vaya, no soy perfecto, ni soy un robot... ni soy lo que se esperaba
de mí !¡oh, cuánto lo siento!
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ni gana ni pierde quien no compite
no puedes llegar más lejos que llegar a ser quien eres
no hay disculpas para la traición
las cosas más importantes, con los años, pueden crecer y florecer
por pobre que seas siempre tendrás los tesoros que regalas con el corazón
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¿hablamos de lo que conocemos?
Hablamos de casi todo, como si de todo pudiéramos opinar con
criterio, con conocimiento. Reconocer que se ignora, que no se
sabe, que apenas se conoce, que apenas se han oído cosas, a
través de otros, que eso nos queda lejos... es casi imposible de
encontrar. Es más probable que se opine desde la soberbia y el
engreimiento, aunque no se haya llegado ni a la b del asunto, o
que se quiera enmascarar la propia ignorancia quitándole
importancia al asunto y otorgándonos una supuesta superioridad
sobre esas cosas.
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¿Todo son problemas? No, pero nada es fácil y no basta con
intentarlo, hay que tener el viento de cara, o al menos no en contra.
No se puede volar con las alas llenas de metralla y cemento,
ni aún teniendo en nuestro interior el aire de la bondad.
Aún así, hay que intentarlo una y otra vez.


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primaveras (y 3)
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el doping amoroso

siendo que en los estudios más recientes se habla de una parte adictiva
en el enamoramiento, algo por otra parte bastante evidente sin necesi-
dad de analizar las zonas cerebrales que intervienen, quizá no sea muy
tonto plantearse si el amor es pariente de la libertad y de la felicidad o
es más pariente de la dependencia, la esclavitud y por todo esto de la
desgarradora tortura de la desgracia. Quizá enamorarse sea más caer
que elevarse, a pesar de sus inolvidables cumbres, pues duras son las
caídas, que a menudo dejan secuelas. Por otra parte al enamorarnos
aumenta la sensación de felicidad que conlleva la mayor segregación
de dopamina. Como la angustia, el enamoramiento no puede ser muy
duradero pues conlleva un llevar todo el ser a sus límites. Si la angustia
como mucho puede durar unas 3 horas, el enamoramiento puede llegar
a durar un par de años más o menos. Y si dura tanto también es con
frecuencia por la ceguera que conlleva, por no ver con claridad lo que
no es amoroso en la otra persona, y por la dependencia adictiva de la
otra persona, por lo que se le consiente lo que a nadie, ¡toda la dicha
recibida de o con esa persona nos ablanda y obviamos o disculpamos
sus errores, torpezas, vanidades, engreimientos y maldades! Y sin
embargo el enamoramiento es como un líquido, un fluido, que al fin
revela todo lo que late en nuestro interior, a menudo dolorosamente.
Quizá algo sublime, quizá lo más ridículo de la vida. Ha arruinado a
bastantes, incapaces de mantener la cordura, y ha resucitado a otros,
rescatándolos del mismo infierno. Algo tan complejo que moviliza cada
pelo de gallina de la piel y del alma, cada miembro (y no sólo los sexuales,
interesados en la cuestión) cada párpado. Quizá una locura sin la cual
vagabundearíamos más en lugar de sentirnos unidos, apegados, adictos
a alguien... Todo esto y muchas más cosas.




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lo que dejamos en el camino queda allí (repercusión ética del arte y del artista)

si hablamos, escribimos... es porque queremos provocar algo en quien nos lee, escucha... Quitando la veces en que hay mala fe en la intención, normalmente creemos que aquello que decimos es verdadero o conjeturamos planteando una probable respuesta, solución... El hecho de hablar más allá de uno mismo supone creer que aquello que decimos puede ser entendido, reconocido, apreciado o útil para alguien. Sería absurdo hablar a algo o a una persona que no nos pueda comprender. Publicar algo es darlo al dominio público. Lo que se deja en el camino queda allí, entorpeciendo o beneficiando a quienes lo atraviesan. Publicar algo valioso supone una contribución valiosa a la humanidad y publicar algo estúpido o canallesco supone promover la estupidez, el encanallamiento o la vulgaridad. De tener quienes crean un imperativo ético de su producción jamás se publicarían (aunque se crearan) obras tan dañinas. Igual que existe un arte terapéutico existe un arte patológico. Lo que se da a la luz, lo que se hace más allá de uno mismo, de la propia intimidad, del propio cuarto, tiene una repercusión en el mundo que nos hace responsables ante el mundo. Pero es verdad que la cuestión se complica pues lo que uno quiere comunicar, provocar, transmitir, no siempre es lo que llega a ser entendido, pero no somos responsables de los malentendidos de los demás, aunque hemos de tratar que esto sea difícil que ocurra. La ironía favorece los malentendidos. El tono jocoso continuado también pues al final es difícil saber si se habla en serio o no. Y una vez se decanta uno por hablar en serio ¿no hay que hacer bromas? Quizá no se comprendan y se tomen en serio. Sobre la consideración que hay que darle al arte, y a las obras de los artistas, todo depende de si se toma el arte como una expresión sublime del ser humano y una de las razones por las que merece la pena que exista el ser humano, o se lo toma como un pasatiempo inocuo incapaz de alterar en nada a nadie, cosa que es imposible porque todo nos afecta en mayor o en menor medida. El arte tiene una repercusión, tanto el mejor como el peor. No se puede considerar un simple oficio como cualquier otro porque su repercusión y trascendencia es enorme en el tiempo y en la cantidad de personas a las que puede provocar algo. No se puede alegar simplemente que cada cual debe juzgarlo y que las personas con criterio ya se defenderán o alejarán del arte malo, pues esto no justifica que se produzca ese arte malo y nefasto. Al arte se le debe exigir mucho porque su misión es importante. Pero también está la cuestión de qué es arte y qué un pasatiempo ligero, un entretenimiento, algo creado con pocas pretensiones. ¿Se puede crear arte sublime siempre? No, pero ¿no se debería intentar? Sí, pero nadie puede llegar siempre a lo máximo, pero siempre hay que exigir un mínimo de calidad, de calidez, de honestidad y de respeto en lo que se da al dominio público. Aquello que no llegue a este mínimo no merece ser publicado y quienes
lo crean deberían destruirlo, como algo que no llegó a madurar como debía. Pero casi nadie lo hace. Se publica todo, como si fuera lo mismo. Además ninguna obra de arte es neutral. Siempre se pretende y se defiende algo. Se quiere provocar algo, bueno, regular o malo. Así que no es poco lo que está en juego con el arte. No es un mero entretenimiento. Todos los entretenimientos tienen valores o vicios en su interior. Y al arte se le debe exigir que intente ser poesía, y se le debe aplaudir cuando lo consigue. Cuando consigue ser una mariposa que sobrevuela los estercoleros del mundo, sin ignorarlos, sin pintar de rosa hedor de las cloacas. La poesía no es ciega ni ilusa, ve perfectamente la realidad y vislumbra lo posible, aunque sea improbable en el presente.

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la vida no distingue entre el sol y el neón, la lluvia y el barro, las nubes
y el estiércol. Para la vida todo da lo mismo, para nosotros no da lo mismo.

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la filantropía es idealista, pero la misantropía es peor porque niega lo bueno
y mejor del ser humano, lo que significa ser una persona madura y alegre, o
con el deseo de serlo




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la vida no es alegre, tampoco es triste; la vida no es justa, tampoco es injusta


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la ignorancia es una maldición que promueve la esclavitud


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aunque el tiempo pase con su cadáver de hojas secas,
al mismo tiempo florecen nuevas flores
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primaveras (parte 2 de 3)


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quizá lo que se tiene por verdad es una convención en muchos casos. No es que todo
sea lo mismo, que todo no tiene el mismo valor ni la misma sustancia... pero lo que
se tiene por verdad, ideal, sistema, orden predominante, vigente... ¿acaso no es
tan sólo uno de los posibles y no el único? ¿Y qué es el día a día sino en gran parte un
juego de máscaras, un teatro en el que interpretamos muchos papeles y en el que no
es raro olvidar el verdadero latir de la sangre?
¿La verdad es un ideal? Hay verdades. Encontramos, descubrimos, olvidamos o ente-
rramos verdades, pero nada más. Existen muchas maneras de vivir. En cada civilización,
cultura, estamento, profesión o concepción de la vida se discurre por la vida de una
manera y no de otra. Sí, hay unas verdades absolutas, unas leyes eternas, pero gran
parte de nuestras vidas se basan en unas verdades a las que damos más crédito que
a otras o en creencias, o en errores y fraudes. ¿Hasta qué punto es lo locura lo que
llaman cordura? Lo que llaman cordura tiene bastante de bonsai, de mutilación, de
raíces cortadas, de cárcel, de semillas que no florecen, de resignación y sumisión.
¿Mentir a quienes nos mienten no es lícito? No, porque es rebajarse, pero a veces se
puede argüir defensa propia. Pero si se defiende la sinceridad, recurrir a la mentira
es un paso atrás...
El mundo es un laberinto de ficciones, un fuego cruzado de apariencias, engaños,
malentendidos, barcos que llegan a buen puerto y bellezas y verdades que logran ver
la luz, aunque muchas verdades son lo contrario de la belleza, y de la justicia.
El mundo es misterioso, bastante impredecible. Salvo ciertas verdades físicas (algunas
de las cuales de momento lo son pero podrían ser trascendibles en el futuro) todo es
incierto.


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triste ambición la que puede comprarse,
y aún más triste si puede comprarse con dinero


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se puede perder mucho en la vida,
pero todo...
¡sólo con la muerte!


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somos seres humanos pero no todos los seres humanos
vivimos en el mismo mundo. Cada cual vive en su mundo.
Sólo la apariencia nos hace creer que todos somos hijos
de un mismo dios.

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a la vida todo le es indiferente; a quienes vivimos, no


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la muerte dejará el estiércol para que florezcan las nuevas semillas

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Puede haber más arte en las bragas de una prostituta que en las paredes de un museo
En mi opinión el arte no es virtuosismo ni artesanía sino aliento poético y vitalista, una corriente eléctrica que conmueve y alborota la sangre, que despierta las piernas dormidas, que abre los ojos a las verdades y a las maravillas, una bocanada de aire fresco y alegre, sin rencor ni cobardía, un fuego que sabe de cenizas y no quema sino que alumbra y calienta. Y esto a veces no se ve en los museos, sino que se ve un conjunto de estudios narcisistas, amanerados, o galimatías que son incomprensibles sin la tesis doctoral del manifiesto. Finalmente, una obra de arte ¿no es algo que debe darnos ganas de vivir en vez de atormentarnos inútilmente o servir solamente para el ego de quien la hace? El arte tiene una misión importante en la vida humana, y en mi opinión el verdadero arte es una de las razones por las que el ser humano merece vivir. Y una de las necesidades del ser humano que vive. Todo lo que simplemente adorna, o camufla, o solamente distrae, no puede ser considerado arte sino entretenimiento, cortina de humo o decoración, pero no arte. El arte es una de las manifestaciones de la poesía, tal y como yo la entiendo (poesía como aliento poderoso de la alegría de vivir) y todo lo que carece de esta alegría y ternura de vivir, y también de la curiosidad y necesidad de conocer, no puede ser arte. Y en este sentido, un anuncio televisivo puede ser arte mientras que una escultura hipermoderna puede no serlo. Que se hayan reconocido nueve artes (arquitectura, escultura, pintura, danza, música, literatura, cine, fotografía y cómic) no significa que toda la arquitectura sea arte, ni toda la escultura, ni toda la música, ni... Y tampoco que todo el arte del mundo quede recluido a esas nueve disciplinas. En mi opinión la animación es el décimo arte, el diseño es una disciplina artística, y el interiorismo, y la publicidad, y la moda, y hasta el más antiguo de los oficios tiene algo de artístico en su interior. A fin de cuentas, incluso caminar es un arte. Y el mayor de los artes es vivir.

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los caminos de la poesía son inescrutables


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mientras haya vida habrá poesía


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La poesía puede ser idealista, y en cierto modo debe serlo, ¡pero no ilusa!.
La poesía debe ser firme, pero no bruta; dulce, pero edulcorada, empalagosa.

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mejorable pero digno

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no será ayer




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mejor permanecer que meter el pie en un hoyo

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el sexo es un pequeño milagro y el orgasmo es una puerta abierta al paraíso
pero es un error creer que el sexo todo lo arregla. Las únicas frustraciones
que arregla el sexo son las sexuales. El sexo no es la solución, ni el problema.

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calidad-calidez


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lo desigual de la batalla, lo turbio del mundo degollando las flores,
angostando tantas semillas, y la tenacidad de estas semillas en llegar
a florecer, aunque sólo sea un poco


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las malas compañías no escasean
y no es difícil echar por tierra
el camino andado


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quizá no haya que preocuparse mucho porque de todas formas la catástrofe
es inevitable. Si la catástrofe va llegando poco a poco nos acostumbramos
lentamente a caminar sin piernas. Pero no todo el mundo tiene tanta suerte
en la desgracia, por eso hay tantos traumas, depresiones y suicidios.

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La poesía no puede ser ni ciega ni cegadora, no puede ser ni ilusa ni agorera.
De ser una ciencia la poesía sería una ciencia bajo una luz cálida. Sería la verdad
sin autopsia y neón. Ni edulcorantes ni más vísceras de las necesarias para abrir
los ojos a la verdad. La verdad mostrada pero no en un primer plano agresivo.


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a veces son mejores, pero a menudo sólo lo tuvieron y lo tienen mejor,
salieron con ventaja o tienen quien les allane el camino, y a menudo
las dos cosas...


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las canas son cuestión de tiempo,
la juventud depende del espíritu


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a veces la insatisfacción es necesaria, y aunque no lo sea es parte de la
vida... se desea y no se consigue, se lucha y no se logra lo que se intenta,
se intenta y no se logra lo que se merece, y también al contrario, que a
veces encontramos sin mérito algo agradable y alegre... y a veces sí
conseguimos lo que deseábamos y, sin embargo, entonces
descubrimos que nos defrauda y nos damos cuenta de que no era lo que
buscábamos, y lo abandonamos, intentamos alejarnos de lo que quisimos
tener muy cerca... ¡qué complicada es la vida!


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la vida es a pesar de



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descubriendo verdades

La memoria no siempre es de fiar.
Tampoco es fiable siempre el corazón, a menudo tan ciego de pasión,
ni son de fiar las inercias de antaño, a menudo mortecinas y aferradas a cadáveres,
y no muy de fiar la opinión de la mayoría, tantas veces manipulada, torpe, tonta o cobarde...


Tampoco son de fiar los consejos ajenos muchas veces, tan ajenos a nuestras circunstancias
y motivaciones profundas, pero a pesar de todo hay que confiar en que por mal que vaya
el mundo en la vida habrán cosas alegres y maravillosas. Mientras haya vida.
Cuando no haya vida, ¿qué más dará?
Pero esto es lo importante, que a pesar de toda la cloaca que horada el mundo
no dejan de volar y haber mariposas, ni alegría, ni belleza, ni cariño, ni ternura, ni amor,
ni valor, humor y creatividad.
Aunque las piedras que encontramos en el camino son cada vez mayores, por eso nuestros
pasos son cada vez más cercanos y pequeños. Son los tiempos y es la esencia de la vida, que
pasada la juventud acorta los pasos. Los pasos físicos, que los demás no tienen porqué menguar.


Hay que aprender a separar de alguna manera la situación personal y particular que vivimos
de la vida en general en el sentido de que esta situación es sólo una de las posibles en la vida,
que podríamos haber tenido peores o mejores cartas en esta partida que es la vida, y no
seríamos ni viviríamos las mismas cosas ni de la misma manera de haber sido así.
Si valoramos la vida únicamente desde nuestra situación en la vida es fácil que acabemos
subrayando lo que vivimos y no nos demos cuenta o despreciemos todo lo demás, toda la
vida que no conocemos o apenas conocemos de refilón. Y todo eso también es vida. La vida
ni empieza ni acaba en una sola persona, aunque cada persona es una vida y hace y deshace
en la vida y en otras vidas. Claro que cada cual habla más de lo que ha vivido, pero debemos
ser conscientes de que la vida no es solamente la vida que cada cual ha vivido. Aunque este
planteamiento tan pequeño es muy habitual y en él sobresale el engreimiento y la cerrazón, el
narcisismo y la inmadurez. Es más o menos normal que cada cual cuente la vida según le va
pero no es natural que cada cual diga que la vida en su conjunto es como a uno le va, porque
no es así. A quien ha contado siempre con el viento a favor no se le puede consentir que
diga que cada cual tiene en la vida lo que se merece porque no es verdad, ni a quien siempre
ha tenido piedras y cadáveres en su camino no se le puede consentir que diga que la vida es
un cementerio y una cloaca porque no es verdad. Ambas son visiones limitadas y deformadoras
de la realidad, y por eso no son aceptables, no son justas. Pero tener una visión justa de la
realidad no es fácil, aunque estas dos visiones son claramente injustas y descartables.
Las visiones más reales y justas son aquellas que no niegan ni las flores ni las espinas de la vida.
Se puede confiar en ir descubriendo verdades para así poder afrontar las flores y las
espinas de la vida con mayores posibilidades de sonreír, o de no tener que llorar mucho.


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nada puede alejarnos eternamente del dolor, la enfermedad, la vejez ni la muerte,
excepto quizá la propia muerte. Quisiéramos una vida eterna y eternamente plena,
alegre, placentera, una eterna juventud, un paraíso de pétalos de rosas, más la vida
es complicada, difícil, llena de obstáculos, trampas, de aristas y erosiones, y al final
todo acaba, por lo que parece, con la muerte, al menos en este mundo, y no parece
que haya otro, y en este cuerpo. Claro que no estaría bien consentir un sufrimiento
innecesario, pero a veces, por evitarnos molestias, o esfuerzos, nos quedamos a
mitad, sin llegar a florecer. Convivir con la locura, la enfermedad, la vejez, y el
sufrimiento, también es síntoma de que se vive plenamente, mientras que huir de
todo lo anterior significa negarse a reconocer estas dimensiones de la vida, que
no son pequeñas. Aunque es natural que tendamos a preferir las alegrías, las rosas,
las caricias y los placeres que las tristezas, las lágrimas, los sufrimientos y las espinas
de la vida.


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voy dando el paso de la ilusión a la realidad
pero es difícil sobrevivir a la realidad sin ilusión,
pero son ilusiones que pueden florecer o no hacerlo,
que pueden florecer más allá de mí pero no en mí...


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Sobre el amor tengo mis dolorosas experiencias, quizá por eso no quiero hablar
mucho de ese asunto. Hay cosas bonitas en el amor y las hay terribles. Puede ser
lo más maravilloso de una vida y también lo más estúpido, cegador y dramático
de la vida. No sé hasta qué punto que sea tan importante y absorbente, tan feroz
incluso, es una cosa valiosa o sencillamente animal y vulgar. Tiene rasgos adictivos
que no me parecen nada valiosos. Se puede tener suerte o no, y es fácil no tenerla.
Por alta que sea la cumbre a la que nos pueda llevar la caída siempre será, si sucede,
muy dura, y de una caída a menudo quedan secuelas, o traumas, o tantos golpes...
Yo no sé si le recomendaría a alguien que lo pusiera todo en el amor, aunque si
se ama, se pone todo en el amor, y si no, ¿acaso se ama?. El amor saca lo que ni
siquiera sabíamos que existía en nuestro interior. Descubre lo profundo que es
nuestro corazón. Suceda lo que suceda quedará muy dentro, será imborrable.
Dejará su huella indeleble, su crujido y su poso en el alma, hasta la muerte.
Una vez se ha amado, aunque haya sido a la persona equivocada, ya no hay
marcha atrás, ya no puede ser como antes, ya se ha entrado en un universo
infinitamente más complejo y profundo, en la miel y en el estiércol. Quizá
sólo por eso el amor ya sea valioso, por llevarnos a los extremos, a lo profundo.
por alejarnos de la mediocridad del gris equilibrio. Pero el amor no puede ser
muy duradero por el gran desequilibrio que comporta en su interior. Sólo
puede ser duradero en la memoria, en las ráfagas de los reencuentros...
El amor es algo parecido a una enfermedad cuando no es un espíritu compartido.
Si las dos personas comparten esa locura, todo es perfecto; si no es así, el
desequilibrio es enorme y la grieta es terrible. No puedo maldecir al amor
ni bendecirlo tampoco. No me fue peor que a muchos quizá pero me fue mal
y me enseñó más sus espinas que sus rosas. No puedo bendecirlo por la ceguera
que comporta, por la supresión del juicio, por la vulnerabilidad e indefensión
que conlleva... porque de eso es fácil aprovecharse y no hay muchos motivos
para confiar en la buena fe de alguna gente. Ni se puede esperar que la vida sea
justa. En el amor se está aún más a merced de tantas cosas que lo que ya se
suele estar en la vida, y es más probable que sea a merced de lo peor.


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las horas pasan, las obras se quedan algo más


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la vida es complicada, la suerte juega un papel en esta historia
y muchas semillas no llegan a florecer

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equivocarse o que te equivoquen es muy fácil


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a veces la percepción de la realidad está muy lejos de la verdadera realidad.
A veces se tarda mucho en descubrir la realidad, en saber si algo era en el
fondo alegre o triste, una bendición o una catástrofe, una victoria o una
derrota...


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la vida no es solo una elección entre posibilidades, pues si no nos alegran
las posibilidades que encontramos, buscamos otras, o las creamos

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no hay que pensar que todo está perdido pero no hay que pensar que
todo es posible, o lo será, porque no es así, ni lo será, y hay que tener
claro que en cualquier caso no será fácil... y no hay que consentir
que le quiten valor a nuestros méritos, ni rebajen la hondura de nuestros
esfuerzos, talentos y sufrimientos


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¿Lo que dejamos tras nosotros es más importante que lo que vivimos o conseguimos?
Con frecuencia sí porque el rastro o los escombros que dejamos aún ayudarán o en-
torpecerán a quienes vivan


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dejar algo malo o vulgar a la posteridad a cambio de dinero es egoísta y demuestra
un gran desprecio a la vida


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el sexo tiene muchas más dimensiones que las que se pueden medir. Son las
manifestaciones más profundas de la sexualidad: sus dimensiones amorosas,
cariñosas y espirituales


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la vida no es un regalo ni una ofensa: aunque podamos sentirla como tal,
en realidad hay regalos y hay ofensas



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primaveras (parte 1 de 3)

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brilla y muestra mientras puedas...
ríe y haz reír, di lo que sientes,
lo que piensas, lo que crees...
algún día no podrás hacer estas cosas


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sobre la inmortalidad de los sueños

desde hace cuatro décadas Ettinger y otros han defendido la posibilidad de la inmortalidad y han ideado y llevado a la práctica sistemas para evitar la descomposición neuronal del cuerpo con vistas a una recuperación de la vida creyendo que en el futuro existirán medios para curar las enfermedades y seguir viviendo. El avance de la nanotecnología es una de las herramientas actuales y futuras que podrían llegar a conseguir, de ser posible, esas curaciones, incluso el rejuvenecimiento y finalmente la inmortalidad, que es el sueño eterno de la humanidad. Afrontando este asunto con buena fe, como debe afrontarse cualquier asunto, creo que este idealismo no es culpable de engañar a nadie sino que se basa en la esperanza que alienta el avance tecnológico tan veloz y evidente, pero también creo que todo esto se basa todavía en hipótesis, supuestos, en creencias, eso sí, más cercanas en vez de supraterrenales como las que prometen algunas religiones con su vida eterna más allá de la muerte. Este asunto es lo bastante serio como para no tomarse muy en serio las aspiraciones, deseos y esperanzas, junto con el apego y las ganas de seguir viviendo de las personas que confían en el progreso de la ciencia para su aún remota curación. Quiero decir que si hubiera algún fraude en esto sería muy grave y debería ser condenado con severidad. Pero yo creo que de verdad hay gente que cree en este progreso de la tecnología más allá de todo lo conocido hasta ahora. En realidad el ser humano es inquieto e inconformista, soñador, idealista... pero esto también es un boomerang que a veces nos hace ilusos, sonámbulos, desgraciados sin más motivo que el cielo imposible hacia el que querríamos llegar, inestables, errantes... Lo que cuestiono es si este deseo de inmortalidad es natural y se debe luchar por la inmortalidad o es un sueño inalcanzable, y quizá hay cosas que siempre deban ser sueños y jamás serán reales. A veces hay cosas que hemos deseado y al lograrlas nos han sabido a poco, nos han decepcionado. Quizá tras lograr la inmortalidad tampoco fuéramos felices y quisiéramos lograr algo más, pero ¿qué más? La inmortalidad parece el techo al que una persona, y una sociedad, podría llegar de no ser porque existen la alegría, la dicha, la ternura, la serenidad, la paz, el cariño, el amor, la amistad... Si fuéramos inmortales (cosa aún por demostrar que sea posible pero de la que no he encontrado ninguna razón para afirmar que es imposible, con lo que me mantengo ni iluso ni crédulo, a medio camino) tendríamos que plantearnos las cosas de otra manera, pues sin la muerte, pudiendo evitar la vejez física, nuestras vidas serían quizá como las de los cuentos maravillosos en los que la vida es paz y alegría, cordura, sabiduría y ternura. Pero hay quien cree que si la vida no tuviera fin se avecinarían graves problemas de espacio y alimentación por la sobrepoblación que esto representaría. Es un problema bastante serio y confiar en que para entonces ya podríamos colonizar el universo, otros planetas... es aventurar mucho de momento. En realidad creo que aún no se puede hablar con tanta seguridad ni de la inmortalidad ni de que podríamos habitar en otros planetas. Pero la cuestión no sería que podríamos habitar en otros planetas sino que tendríamos que hacerlo porque a la larga no cabríamos todos en este planeta. ¿Quiénes se marcharían?, me pregunto. Los aventureros, los más jóvenes, quienes quisieran empezar una nueva vida... Pero hay algo que es ley de vida y es que incluso el sol y las estrellas, las galaxias, todos los universos y todos los planetas tienen su nacimiento y su muerte, y el ser humano es parte de la naturaleza. ¿Cómo podríamos sobrevivir, de lograr la prolongación indefinida de la vida, al final de este universo? Bueno, la realidad es que esto no sería imposible porque existen varios universos y podríamos, si técnicamente fuera posible, viajar hacia un universo joven y vivo antes de morir en uno viejo y terminal. En realidad no hay razón alguna para afirmar que la inmortalidad es imposible por el hecho de que no lo haya sido hasta ahora, ni se puede afirmar que de lograrla tampoco podríamos ser inmortales porque los universos también mueren y moriríamos con el universo, porque siempre quedan puertas abiertas hacia otros universos. La vida es inmortal, los universos, los astros, y las personas somos mortales en este momento. No sabemos si algún día las personas y los seres que amamos, como los animales, lograremos ser inmortales o eso no sucederá jamás. Los hechos son que estamos hechos de materia corrompible, pero la materia se puede sustituir y reparar, o destruir si es nociva. En el campo físico es teóricamente posible curar las enfermedades hoy incurables y con ello prolongar la vida, y teóricamente se podría ir curando y sustituyendo aquello que fuera acercándonos a la muerte. Es cierto que siempre habrían enfermedades y problemas nuevos, y que por mucho que descubriéramos nunca lo sabríamos todo. Esta es la mayor objeción que se puede hacer a la fe en la inmortalidad. Imaginemos que es posible curar y que vivan todas las personas hoy criogenizadas, podría suceder que aparecieran enfermedades nuevas (como hace décadas el sida) que nos atacaran fatalmente y nos debilitaran y mataran. Esta posibilidad hay que tenerla en cuenta porque a pesar de todos los avances que se han conseguido en medicina y tecnología, en realidad, siempre ha habido algo que ha acabado con nuestras vidas, lo que podría no ser una ley eterna, pero sobre todo siempre ha habido enfermedades sobre las que no supimos ni sabemos cómo actuar o simplemente conseguimos paliar algunos de sus efectos. Es bastante probable, pero esto no prueba nada –ya advertía Aristóteles entre lo verosímil y lo posible, entre lo probable y creíble, que es lo que se ha visto, y lo posible, que es aquello que aunque no se haya visto todavía vislumbran quienes ven más allá- que igual que siempre han ido apareciendo trastornos y enfermedades nuevas (las alergias debían ser raras antaño, por ejemplo) aparecieran nuevas enfermedades, además en nuestros días existen más de mil enfermedades consideradas raras porque las padecen pocas personas y porque no se ha investigado sobre ellas al ser minoritarias y encaminarse las investigaciones hacia enfermedades mayoritarias, que afectan a más personas y son más rentables para la muy lucrativa industria farmacéutica. Esto podría suceder en ese hipotético futuro en el que fueran curables las enfermedades que hoy no lo son. Hay muchas enfermedades que son incógnitas, y siempre habrán nuevas incógnitas, nuevos problemas, nuevos misterios, y por más fe que tengamos en el conocimiento y en la tecnología, jamás vamos a conocerlo todo ni a vivir en un mundo perfecto, o quizá el mundo es perfecto en su imperfección y nuestro deseo de que la vida sea un traje a medida esté destinado al fracaso. El misterio y la imperfección forman parte del mundo. La ciencia acorta las sombras y las supersticiones pero no logra explicar muchas cosas, y quizá no lo logre, y por mucho que perfeccione sus métodos, no logrará un mundo perfecto porque ni el mundo es perfecto ni el ser humano lo es, ni lo será. El error, la estupidez, la casualidad, incluso la mala fe y la crueldad, forman parte, y no pequeña, de la sombra que los seres humanos llevamos en nuestro interior junto con la bondad, la alegría, el ansia de libertad y de justicia, la creatividad, la ternura... Somos ambas partes, indivisibles, y aunque la inmortalidad fuera posible, aunque jamás surgieran nuevas y letales enfermedades que nos debilitaran y mataran, jamás podríamos ser perfectos, solamente bondad, acierto, justicia, belleza... Podríamos ser inmortales, podríamos ser incluso eternamente jóvenes, pero perfectos, solamente bondad y ternura, eso sí que sería un progreso enorme, pero la propia semilla de la que ha crecido la humanidad tiene raíces en las arenas movedizas de la estupidez y la maldad, no sólo de la inteligencia y la bondad, aunque hay que decir que hay inteligencias malvadas y estupideces llenas de bondad. No podemos creernos simplemente buenos ni somos simplemente malos, somos buenos y también somos malos. Tenemos bondad y maldad en nuestro interior. Cualquier otra visión es autocomplaciente, tonta, parcial o enfermiza, pues creer que somos solo bondad es escurrir el bulto de nuestras malas acciones, y creer que somos solo maldad es escamotear la bondad que también late en el ser humano, lo que es enfermizo. Así las cosas creo que de ser posible la prolongación indefinida de la vida con la curación de las enfermedades actuales, sería probable que aparecieran nuevas enfermedades que nos debilitaran y mataran, dado que el ser humano es limitado y no puede abarcarlo todo, o tarda tiempo en descubrir las cosas, pues las cosas no se descubren de un día para otro, y también creo que en realidad aunque fuéramos capaces de reaccionar inmediatamente o que no aparecieran trastornos nuevos , o sea que fuéramos inmunes a la enfermedad y a la muerte, no lograríamos jamás expulsar la imperfección, la estupidez y la maldad de nuestro interior, aunque creo que seríamos más dulces y amorosos. Nunca seríamos perfectos y solamente buenos pero nos encaminaríamos, sin alcanzarlas jamás, hacia la perfección y la bondad absolutas. Quizá la inmortalidad sea también un sueño inalcanzable, pero un noble sueño que aunque pueda ser inalcanzable nos dé un motivo alegre por el que emprender el viaje por la vida, al igual que Cavafis emprendió el viaje hacia Ítaca.


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los hoyos del dolor y de las injusticias
no pueden,
ni podrán jamás,
robarle a las flores su belleza

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A favor de la vida, la juventud, la plenitud y la alegría eternas.
(Sobre el sueño de la inmortalidad, la nanotecnología y la criogenización)


Nos resignamos a enfermar, a envejecer y a morir abocados al holocausto de todos los días o soñamos con vencer a la vejez, la enfermedad y la muerte, penosas condenas que nos duelen y angustian.


¿Quién quiere morir?
¿Quién quiere enfermar?
¿Quién quiere envejecer?


Nadie alegre quiere siquiera oír hablar de morir, envejecer y enfermar.


Queremos vivir con alegría y sin límites, sin muerte, sin vejez ni enfermedades.


¿Acaso está mal desear la vida, la plenitud, la juventud, la alegría?
No está mal, es lo natural, lo lógico, incluso lo justo. La muerte no es justa, ni justa es la vejez, ni justa es la enfermedad. La muerte no premia ni castiga pero llega indiferente y despectiva, aséptica, como la enfermedad y la vejez.


Se nos puede decir que como el día tiene su noche, no hay vida sin muerte, ni salud sin enfermedad, ni juventud sin vejez, y es verdad.
Se nos puede decir que la perfección es imposible, que la bondad y la alegría eternas no son posibles porque aún siendo inmortales también tenemos sombras, estupideces y maldades en nuestro interior, porque aún así habrían pérdidas y cosas tristes en la vida, intentos frustrados, fracasos, dolores, daños...


Sí, de acuerdo, pero aún así ¿por qué esta tenaz esperanza en una vida sin muerte, enfermedad ni vejez?
¿Por qué nos debemos conformar con morir y pudrirnos o confiar en una vida más allá de la muerte, o la reencarnación?


Tenemos el ansia de vivir más y mejor, de no morir jamás y vivir con alegría, y la enfermedad, la vejez y la muerte no son alegres sino dolorosas, debilitadoras y destructivas.


¿Por qué debemos aceptarlas?


Igual que estornudamos, las expulsaremos de nuestras vidas si podemos hacerlo.


Nadie ha demostrado que sea imposible, y aunque tampoco lo contrario y seamos quizá esclavos de nuestros sueños, ésta es nuestra apuesta y nuestra alegría es defender la vida frente a la vejez, la enfermedad y la muerte.


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...más allá de la resignación está la revolución,
está la alegría que late en cada corazón...


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la inmortalidad no sería una esclavitud
la inmortalidad sería opcional porque cualquiera podría abandonar la vida si quisiera, pues seguiríamos teniendo sangre en las venas, sangre que puede derramarse, y materia en el cuerpo, materia que puede arder, o sea que el suicidio sería posible, por si alguien lo deseara, lo que es una posibilidad siempre legítima y aunque socialmente bastante mal considerada, respetable, pues la vida finalmente es individual y subjetiva por más que se viva en sociedad por lo que la decisión de abandonar o no la vida no correspondería a la sociedad sino a cada persona. Nadie sería esclavo de la inmortalidad. Pero nadie sería esclavo de la muerte, ni de la enfermedad, ni de la vejez. Seríamos más libres. Lo más probable es que mucho más felices, y seguramente las ganas de abandonar la vida serían muy pequeñas, pero hay temperamentos con tendencias muy marcadas que les inclinan hacia la autodestrucción, aunque por lo general la mayoría de los suicidios se producen como consecuencia de una vida en la que el sufrimiento es muy grande y continuado. Quien piensa en el suicidio o lo lleva a la práctica no lo hace con alegría sino como mucho con cierta vitalidad desesperada consistente en no sufrir más ni decaer más, pero sin la alegría vigorosa de la plenitud. Por este motivo hay suicidios nobles, pues no se resignan a los restos de su vida y dan un paso firme en otra dirección. Esa otra dirección hasta ahora para personas que sufren mucho y continuamente podía ser la muerte pero si su mal desapareciera, fuera curado, si su dolor fuera extirpado, ¿acaso querrían abandonar la vida? Casi todo el mundo preferiría vivir, pero como de momento no hay más opción que envejecer, sufrir, ir decayendo o suicidarse, hay quienes optan por lo último, lo que cualquier persona que conozca el sufrimiento puede comprender. A fin de cuentas la vida no es solo dolor, ni vejez, ni enfermedad, ni muerte... son las sombras de la vida. Son los males de la vida. Ya lo dijo Blake, que la vida está hecha de males y goces.


:::

cómplices
aunque algún día llegue la inmortalidad
la eternidad apenas es un instante
que se deshace en los labios de la muerte,
y sin embargo vuela...


la ceguera no nubla el alma agrietada,
sintiendo un destello de la alegría
que puede florecer cada día en los corazones


siento cómplices en la resistencia a esta estafa


la inmortalidad está muy lejos
pero es bonito soñar con que algún día
la ternura y la justicia florecerán como besos de enamorados,
que algún día el paraíso de los cobardes conservadores,
de quienes nunca se atrevieron a hacer algo distinto de lo habitual,
será descalabrado y sus vidas serán consideradas inferiores
y dignas de lástima o de condena


¿la vejez es una traición de la naturaleza física al joven espíritu humano?
¿la vejez es un crimen lento?


el derecho universal a la alegría


de nuestro fuego ha prendido una vela


pensar que en el futuro pueda no morir ni envejecer nadie alegra,
da fe en que existe algo de bondad en la vida,
en el sentido de justicia con el bien, de tratar bien a quien obra bien...


puede ser que estén equivocados los idealistas que creen en la
inmortalidad vía nanotecnológica
pero debería ilusionarnos que pudiera ser realidad ese sueño,
porque sin ese sueño lo que nos queda en la vida, al final,
es luchar casi en vano contra el dolor, la enfermedad, la decadencia y la muerte,
y en esa cuesta arriba cada vez más destructiva,
dejarnos la juventud, la plenitud, y seguramente la alegría y la frescura


:::

como sentirse en armonía con alguien no hay nada, pero como sentirse mal con alguien,
tampoco. Así, la soledad, cuando se ha ido prefiriendo a las malas compañías, es más
un logro que un refugio, aunque en refugio puede convertirse. Y un refugio no es algo
malo, aunque conviene recordar que no hay hogar, ni morada, ni refugio que nos proteja
eternamente, que la vida y sus erosiones se cuelan por las rendijas, que tarde o temprano
hay que cruzar las puertas y poner los pies en la tierra, en la calle, en el bosque, en las
montañas... que al final hay que vivir en el mundo. Pero cada cual puede escoger en cierto
modo su grado de implicación en el mundo, incluso en la vida pública, o su alejamiento
tanto como sea posible del dominio público, la vida social, el mundo y sus cosas.


:::
alegrías (y lágrimas) creadoras


el diablo es un jugador de ventaja,
aprovecha los flancos, las aristas, las flaquezas,
se aprovecha del pánico y el sufrimiento,
aliados de su estirpe...
pero no siempre, pues
a veces las lágrimas son las primeras gotas de lluvia
que riegan la nueva semilla...
el comienzo de la nueva flor,


aunque pobre de quien sólo crea a través del dolor
¡hay tanta alegría creadora!

:::
No hace tanto aprendí que lo más importante no es descubrir ni aprender sino
no olvidar. El infierno es el olvido de uno mismo. El paraíso es el propio florecer.
Y todo lo demás es la lucha, el empeño, los intentos, los esfuerzos por ser quien
uno es. No hace mucho descubrí que las rupturas deben ser claras y justas,
firmes pero humanas. Humano es el cariño y humano es el enojo, y por más
enojo que se sienta, el cariño siempre es bueno y fluye con salud y alegría, y
una cosa no excluye a la otra. Si ya no podemos sentir cariño, lo que sí podemos
es ser justos y reconocer los méritos, lo bueno de quien se va o de quien nos
alejamos. Y es lo de menos si nos trata peor. No es una competición. Se trata
de ser justo.


:::
en la práctica la verdad es lo de menos, pues obramos según lo que creemos
cierto, aunque se trate de un error, un malentendido, un engaño, una estafa,
o una creencia sin más. Y la verdad a menudo tarda mucho en descubrirse o
queda enterrada ante nuestros ojos. Tan frecuentemente sufrimos sin porqué
que quizá no debiéramos tomar muy en serio la mayoría de las cosas, pues a
menudo ni siquiera son como nos parecen. Asunto delicado el de la verdad, y
el de la importancia que se le debe dar a las cosas. Todo puede ser tomado
a la ligera o a la tremenda, pero nadie digno se toma a la ligera el dolor y
las preocupaciones de otro, ni sus ilusiones. No bromea sobre esas cosas. Y
a la tremenda quizá hay pocas cosas que tomarse si van viniendo poco a poco
y de una en una, pero no suele haber tanta suerte...


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Una canción que me gusta mucho, titulada Money, dice que las mejores
cosas de la vida son gratis. Es bonito y es cierto. Aunque toda la verdad
no es tan bonita, pues aunque las mejores cosas de la vida son gratis
las peores cosas de la vida también son gratuitas, como muestra la
crueldad.


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cada vez soy menos partidario del optimismo, a fin de cuentas, como
dijo “El Roto”, edulcorar los problemas sólo sirve para extender la diabetes


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hay preguntas más valiosas que bastantes vidas, pues quien nunca se ha preguntado
nada, nada ha hecho sino obedecer las costumbres de la época


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el dolor es una grieta en la alegría,
la alegría es el alma que ríe


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el agujero no se traga el sol (de momento)

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la vida no es un traje a medida, pero por desgracia no siempre contamos con
la tela apropiada para guarecernos del frío

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nunca se pierde todo a no ser que se caiga en la propia traición


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el miedo cuando decanta hacia su celda, nos convierte en mediocridad;
cuando se impone a las alas de lo maravilloso, nos lleva al infierno de la
deserción, la propia traición, el suicidio de la resignación... lo que fue
nuestra alma en manos del diablo

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el cine puede ser más intenso que la mayoría de las vidas, pues es una condensación de
ésta, que se vale de elipsis, del montaje, de la iluminación, efectos, movimientos de
cámara, enfoques, desenfoques... para narrar, expresar algo que a nadie le ha ocurrido
en lo que dura una película, en 90, 100, 120 minutos...
al cine hay que exigirle mucho porque dispone de multitud de posibilidades de expresión
como para considerarlo un mero pasatiempo. El cine tiene más medios que las demás
artes para expresar e incluso cuestionar la realidad. El cine puede ser, como la palabra
pero aún más que ésta, un medio de poesía, de revelación y de revolución.

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hay bellezas que nos atontan y atrapan
en su red de emboscada
y dolor,
como esas plantas que, en el fondo del mar,
parecen hermosas flores
pero al rozarlas ya quedamos atrapados,
atenazados
y descubrimos que su belleza era un cebo...


estas bellezas traidoras nos dejan,
si sobrevivimos a ellas,
un poso amargo y desconfiado en el corazón


¡si ya no había mucha belleza,
descubrir que no toda la belleza es de fiar!


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la pareja inseparable (mi soledad y yo)
bajo las sábanas no entran la luz ni las miradas del mundo, pero sí el aire y el sonido
del mundo... por más que uno quiera, a veces, hacerse a un lado y estar solo, es imposible...
la soledad es imposible y sin embargo es imposible escapar de la soledad, toda nuestra
vida lo es en soledad, en cierto modo, aunque no nos demos cuenta a menudo...
y sólo asumiendo la propia soledad, fragilidad, vulnerabilidad y la propia responsabilidad,
se vive... sí hay personas cercanas, amistades, afines... pero cada cual tiene su soledad,
y con ella atraviesa su vida, siempre con su compañía, es la única pareja inseparable


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la vida no es justa ni injusta, sencillamente es más probable que el día a día no sea justo,
pero se trata de algo propio de las realidades creadas por errores e injusticias humanas,
no de la vida.

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hay relaciones que son como meter los pies en un gran charco: hay que quitárselas de
encima igual que nos quitamos los calcetines mojados


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poco a poco pero con cariño 
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Se irán apagando el sol y las estrellas, la juventud,
las fuerzas, llegarán grietas y grises.
Todo acabará y todo acabará mal
si no luchamos hasta el final
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de todo se aprende pero es más importante no olvidar
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todo debe ser perdido y olvidado, y con el tiempo
otra vez descubierto, creado, recordado
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el orgasmo es dios,
lo digo con el mayor respeto
y la mayor alegría
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Dicen que la fe mueve montañas, pero las montañas,
por mucha fe que se tenga, no se mueven sin excavadoras,
sin camiones, sin un montón de medios. Querer no es poder,
hacen falta medios que hagan posibles florecer la fe
y los sueños
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es fácil meterse o que te metan en líos, lo difícil es salir de ellos
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tarde suele significar también mal
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¿sería mejor una vida basada en la mentira, el error, la cortedad?
sólo una vida basada en el conocimiento, en la verdad, puede ser
verdadera, pero ¿se llega a conocer la verdad, toda la verdad, o
la vida se suele basar en suposiciones y creencias, en ignorancias,
intuiciones, supersticiones y malentendidos?
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lo sagrado es el sueño
que late en cada corazón
si abandonas tu sueño
te queda el dolor, la traición,
la cobardía, la pereza,
pero no la alegría y el coraje
que recorren los sueños
nada duele más que un sueño abandonado
ojalá estés a tiempo
ojalá escuches a tu corazón
eres tu sueño
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no soy optimista, la vida no sabe de méritos ni justicia, ni
a menudo el ser humano tampoco, pero sé que lo mejor del
ser humano es indestructible, aunque también lo es lo peor.
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el ciego no sabe ver,
el sordo no sabe escuchar,
el mudo no sabe hablar,
porque ve el corazón, no los ojos...
porque escucha el alma, no los oídos...
porque habla la alegría, no los labios...
así se llenan los días de lamentos que desprecian la vida
y quien perdió un ojo sólo habla del ojo que perdió
pero desprecia el ojo que aún puede ver,
y quien perdió oído, y quien perdió la alegría...
dolorosas pérdidas, pero, aún así, la vida tiene maravillas
y el rocío del amanecer es dulce, como tierno es el anochecer,
y la brisa es caricia de vida, y la vida no es tan sólo dolor y agravio,
la vida también es prodigio, ternura y alegría
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la vida, una vez ha caído en la necia resignación de lo habitual,
ya no tiene apenas fuego, es triste, pequeña...
estamos entre sucedáneos,
malviviendo entre grises
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es peor correr detrás del tren que ya está en marcha,
todo lo más que se puede conseguir es romperse
una pierna intentando alcanzarlo, aunque lo alcanzase sería un
nuevo fracaso, el de intentarlo más allá de su tempo, de su
espacio, de su momento...
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algo pequeño,
hecho poco a poco y con cariño,
a lo largo del tiempo y del espacio infinito
del universo, de todo este fluir, de este oleaje que es la vida
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antes la ausencia y el silencio que las malas vibraciones y las
palabras desafinadas.
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sólo se puede volar sin más equipaje que la alegría y la utopía
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no hay nada más sagrado que los sueños
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el refugio de la costumbre
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la manera más sencilla de que algo sea imposible es convencerse de
que es imposible pero aún así a veces la vida nos demuestra que
es posible
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ni drama ni comedia, la vida es bastante más, y bastante más complicada...
no es tan simple: están la alegría y el miedo, están las esperanzas y las
traiciones...
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la inmediatez como imperativo de la sinceridad y de lo latente
la obra inmediata nos revela, traidores o poetas, mediocres o personas
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la muerte no tiene importancia
la vida no tiene importancia, pero en la vida puede haber inercia,
saqueo o vitalidad, y esto sí tiene importancia
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¿tan importante es el dolor? En cierto modo no lo es pero se vuelve
devastador, deshace las ilusiones, los sueños, propone la coraza,
el odio, el resentimiento, la desconfianza... Pero sin dolor ¿qué vida
se vive dado que cuanto más vital es más sensible es y por tanto más
expuesta al sufrimiento? No es que la vida se base en el dolor ni se
valore por el dolor pero forma parte de ella. Es obra de males y
goces, como dijo Blake.
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el sagrado derecho de buscar y sentir la alegría
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¿tan importante es la verdad? ¿queremos saber la verdad?
¿preferimos las halagadoras mentiras, las falsas promesas
y la sensación de seguridad?
La vida humana tiene más de representación, de engaño,
de fraude, que de honestidad y naturalidad.
La verdad es que la mentira triunfa, que la estupidez
triunfa, que el mérito y la honestidad a menudo son
pisoteados. La verdad es que no hay justicia, que la
vida es solitaria, incierta, peligrosa, difícil, pero se
pueden tomar caminos falsos o caminos verdaderos.
Se puede obrar y pretender la naturalidad y la verdad
o se pueden adoptar las mentiras de la época, o sacar
provecho de otras artimañas.
Vivimos en un teatro lleno de actores, decorados,
vestuarios, trucos e ilusiones.
Nos creemos lo que nos muestran o lo cuestionamos.
Podemos llegar a dudar de todo pero jamás hay que
dudar de que existen verdades y bondades, de que
existen maravillas y alegrías, a pesar de las injusticias
y otros fraudes, de las payasadas y de las esclavitudes,
de tantas mentiras y estupideces.
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si hubiera algo más necesario que el aire, el agua y el
alimento, sería descubrir, sentir, no olvidar, el tacto
de lo maravilloso, darse cuenta de que lo que parece
imposible, lo que puede parecer increíble, es posible,
es verdadero, sucede... que los milagros ocurren todos
los días, ante nuestros ojos, en cada uno de nosotros, que
la utopía, el prodigio, está aquí, en este mundo, a cada
instante
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siempre puede ser peor
y no siempre puede ser mejor
pero hay que intentarlo
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¿y si el arte fuera la manifestación de una vida natural, verdadera,
auténtica, del espíritu que desea florecer y derramarse?
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interpreta tu papel tan bien como puedas, tanto si hay alguien
que te aplauda como si no hay siquiera público
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cactus
pasar la página
y escribir en la misma
libreta embarrada,
triste destino
de tanta vidas
atadas a las flores
del desierto
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silencio:
a veces oro
a veces plato roto
a veces chatarra
a veces instante
de tiniebla
hacia la luz
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hacia la inmortalidad (muchas cosas parecían imposibles)
El siglo pasado vio al ser humano dando unos pasos por la luna, pero también la
extensión de la pobreza, el sida, la mediocridad, la depresión, la locura...
En este siglo, o quizá en el próximo, gracias a la nanotecnología y a la criogeni-
zación quizá la inmortalidad sea posible y se pueda volver a la vida, incluso
volver a la juventud. Hay científicos que lo ven posible, aunque las probabilidades
son remotas y no superan el 10%.
Pero yo me pregunto ¿para cuándo un mundo justo en el que a cada ser humano se
le trate como tal?
Mi ideal no es la inmortalidad sino la armonía, la alegría, la justicia...
¿Para qué querría yo vivir eternamente en un mundo eternamente enfermo?
¡Para intentar mejorarlo! Primero hagamos un mundo justo, bueno, alegre y
humano y después alcancemos la inmortalidad. ¡Pero no antes! ¿Por qué no?
Es cierto que la muerte es un ultraje, hay personas que no deberían morir, para
las que la muerte es injusta. Es verdad que la inmortalidad no hace daño a nadie,
simplemente se sigue en la vida. No tiene ningún inconveniente ético. Nos resulta-
ría raro acostumbrarnos a una vida sin final, y se nos haría raro poder incluso volver
a la juventud, a un cuerpo joven pero ¿es mejor acostumbrarse al envejecimiento
y la muerte? ¿Por qué? Si hubiera una posibilidad de vivir con más alegría, eternamente,
¿por qué despreciarla? Conformarse con la muerte es casi un insulto a la vida. El espíritu
humano siempre ha desafiado los límites a los que la vida ha destinado a los otros
seres. El ser humano es el forjador de la utopía, el audaz creador que se acerca al
filo de lo imposible y nos hace sentir que no somos más pequeños que el propio
universo, que tenemos sus galaxias y prodigios en nuestras entrañas.
¿Morir? ¿para qué? Hasta ahora la muerte era necesaria ya que el cuerpo se había
deteriorado, pero cuando sea posible renovar el cuerpo y que éste no envejezca,
la muerte no tendrá sentido.
Defender la muerte es conformarse con ser un mero animal. Defender la vida es
afirmar el espíritu inmortal que nos recorre.
Desear la inmortalidad es desear el río que en realidad nos recorre y recorremos.
Ser con la madre naturaleza, ser ella misma, todos los colores del universo, todas
las delicias, todos los desafíos...
Muchas cosas parecían imposibles y ahora son habituales. La inmortalidad parece
aún imposible para la mayoría. La mayoría creía que la tierra era plana.
Quizá el mundo siga siendo injusto pero aún así la inmortalidad sería lo ideal-
estaba equivocado- porque la inmortalidad permite también seguir soñando y
luchando por un mundo justo y demostrando lo mejor del espíritu que nos
recorre.
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verdades injustas
tantas mentiras nublaron mi cielo...
tantas verdades veladas y teñidas de rosa o de gris
tantos fraudes, humillaciones, estupideces, bajezas...
tanta envidia y mediocridad, tanta inmadurez,
tantas canalladas, tantos ombligos..
para acabar descubriendo
que en la vida te encuentras lo que te encuentras,
no lo justo, que por más que riegues
a veces las semillas no logran crecer
y no basta con pensar en positivo
porque en el mundo crece el desierto,
el desierto de arena y el del alma,
pero más allá del resultado
aún sigo luchando por el arcoiris
que siento en mi corazón
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el suicidio es una opción triste pero legítima
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¿vivir sin soñar?
Quizá sea posible,
¡pero una vez muerto!
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arrugas caprichosas en la piel
son bonitas las arrugas y marcas
que las sábanas dejan en la piel,
y el rojizo rosado de su poso
en el sueño caprichoso de su ternura
sí, a veces son extrañas y nos pillan
desprevenidos... ¿qué es esto?
¿qué tengo en la piel?
ah, es un duende que me ha dejado...
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hay relaciones que son como meter los pies en un gran charco: hay que quitárselas de
encima como nos quitamos los calcetines mojados
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los hoyos del dolor y de las injusticias
no pueden,
ni podrán jamás,
robarle a las flores su belleza
* * *

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