miaku_ (2007)

en pocas palabras _ (2007)
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quizá en la falta de variedad están el susto y el disgusto
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es noble entregarse por completo a una buena causa o persona, y arriesgado, pero ha de salir del propio corazón, no se debe exigir a nadie
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Suicidarse de manera sangrienta o violenta dejando que alguien cercano encuentre el cadáver en la propia casa, y menos aún en público o dejar el cadáver en un lugar público, no es una demostración de mucho tacto hacia los demás, aunque el suicidio es una decisión personal, claro, pero se trata de que no debe ser agradable encontrarse con el cadáver ensangrentado o ahorcado de alguien que se ha suicidado, y a diferencia de la muerte -que sucede-, el suicidio se decide. Si se planea creo que lo menos desagradable para todo el mundo, incluido quien se va, sería hacer uso de pastillas o cosas químicas, no dejar rastros de sangre, sogas... Quienes se quedan retendrán la primera impresión mucho más tiempo si ésta es muy desagradable, aunque el disgusto es inevitable, claro. Aunque también hay que comprender la naturaleza impulsiva y desesperada de la mayoría de los suicidios, pero cuando éstos son planeados, hacerlo con violencia me parece de tener poco tacto con los demás. Bastante disgusto se les da dejando un cadáver suicida como para además presentarles un cadáver ensangrentado, tiroteado o ahorcado. Vamos, es mi opinión. Que no todo es lo mismo y las cosas nos afectan a todo el mundo.
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el ser humano tienta demasiadas veces al azar, hacemos demasiadas cosas regular o mal para que al final alguna que otra vez no recojamos lo que hemos sembrado... es cierto: no pasan peores cosas porque el azar no quiere
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la mentira no exige la valentía de decir y afrontar la verdad; mentir es lo más cómodo, lo más cobarde, lo más fácil...
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bastante gente muere de un ataque al corazón, pero mucha más muere de un progresivo ataque al cerebro
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hay más reyes y reinas que coronas, y no siempre el mundo y la vida coronan a reyes y reinas... injusticias de la vida
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de lo poco que he aprendido en la vida es que las teorías no sirven de nada porque al final hay que improvisar y las teorías son más perfectas que la imperfecta vida
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me gustan las pistas falsas en las películas, en las novelas, las cosas que al final no conducen a la solución, al éxito, porque la vida está llena de hilos que no llevan a donde nos parece, creemos o deseamos
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es absurdo creer que cada cual llega en la vida donde merece, llegamos donde llegamos, a veces más allá de donde merecemos y a menudo no tan lejos como merecemos
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el azar cuenta más de lo que a veces queremos reconocer
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lo más triste no es quedarse con las ganas de algo sino quedarse sin ganas de nada
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la responsabilidad quizá puede repartirse en tres partes, una para el entorno social, una para la propia persona y otra para el azar
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suelen haber más posibilidades de las que consideramos
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la fuerza de la ternura
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triste realidad que quien ama la vida tiene por fuerza gente que le odia
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una cosa es creer que las cosas no pueden ir a peor, y otra cosa es que en realidad sí pueden
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como el caballo que ha sentido caer al jinete, y sigue corriendo sin él, así seguirá la vida cuando caigamos a la muerte
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arriesgar la vida por el morbo de arriesgarla, será lo que sea, pero valentía no es; arriesgarla para ser considerado valiente o héroe, será lo que sea, pero tampoco es valentía
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la belleza y el placer en la pasión sexual no son proporcionales, por eso hay personas que parecen poco agraciadas y entre las sábanas desbordan una pasión inimaginable, e inolvidable, y otras que al caer la ropa resultan témpanos de los que es mejor no acordarse... por no hablar del magnetismo increíble que tienen algunas personas que tienen inteligencia, cultura, perspicacia pero no belleza. Y lo contrario, las personas que poseen belleza pero no inteligencia, pasión, o a veces ni siquiera bondad. A menudo el atractivo físico y la fiabilidad no van de la mano. Y la pasión sexual, va a su aire, no tiene que ver con la belleza, en el fondo es más profunda, es mental, emocional y espiritual.
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amar, pensar, crear, ser, resistir
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- todas las personas tienen algo especial, alguna virtud, algún don, algún talento, alguna habilidad... lo triste es que no florezcan, lo perverso es utilizar los dones que la vida nos ha dado con malas intenciones... y hay quienes utilizan su belleza, inteligencia, locuacidad, don de gentes, para fines despreciables en vez de para hacer más feliz este mundo
- arriesgar se arriesga siempre (aunque no nos demos cuenta, incluso cuando intentamos no arriesgar y vamos a lo que creemos seguro o fácil) pero lo triste es arriesgarse por algo que no se ama, o por amar algo equivocado, tonto, que no tiene valor... es lo que ocurre con quienes arriesgan sus vidas en las guerras
- Alguien dijo que la esperanza de los sueños es despertar, y es una gran verdad porque los sueños no se pueden alcanzar si se tiene una idea equivocada, ilusa, tonta del ser humano y de la vida.
- Bastantes veces la suerte favorece al canalla o inconsciente y bastantes perjudica a quien obra con inteligencia o bondad, así que creer en una sabiduría justa de la vida es algo sin sentido. En la vida hay azar y caos que ni es justo ni injusto porque se impone sin más, al igual que la maldad, sin ser más fuerte que la bondad, se impone muchas veces a la justicia y a la bondad. La vida a veces es la tortura de quienes son idealistas, la hoguera de los justos, la agonía de los bondadosos, por entregas.
- los desastres a veces son obra de la maldad, pero es más probable que sean fruto de la estupidez, la inconsciencia, el egoísmo, la egolatría, la inercia y cobardía tan frecuentes en los seres humanos... y no hay que olvidar los reveses del azar ni la torpeza en la comunicación ni los malentendidos.
- amar, pensar, crear, ser y resistir... quizá sean los verbos más importantes en la vida (sin amar sólo hay inercia, sin pensar sólo se hacen estupideces, sin crear ¿para qué se piensa y se ama?, sin ser sólo se sigue la corriente, sin resistir sólo se hace lo que haga la mayoría, por inconsciente o tonto o... que sea)
- cuando tantos seres humanos se equivocan tantas veces en las mismas cosas, será porque hay cosas muy equivocadas en bastantes seres humanos, y esto es hablar con un amable eufemismo acerca de las estupideces y bajezas tan frecuentes en la especie humana
- quizá sea verdad que "la brevedad es el alma del ingenio", en cualquier caso, si no es lucidez sino simpleza o tontería o argucia, ¡por lo menos es breve! ¡¡¡Lo bueno si breve más asequible y lo malo por lo menos breve!!!
- hay vidas que son como esos partidos de fútbol en los que un equipo ataca una y otra vez, tira a gol, la para el portero, da en el palo, le da al defensa, la tira alta con la portería vacía, y no hay manera de conseguir la victoria, y en un descuido el otro equipo, que había puesto el autobús delante de la portería, tira a gol, le pega de rebote a alguien y marcan el gol, y entonces sabes que la vida no es justa, y hay que tener la suerte de cara...
- hay demasiadas victorias y derrotas injustas como para tomarse la vida demasiado en serio... no hay causa-efecto, mérito-resultado en muchas ocasiones. Hay demasiadas maldades y estupideces triunfantes para creer verdaderamente en la bondad de la vida, lo que no significa que no haya bondad en la vida, lo que ocurre es que la bondad sólo triunfa a veces, es más probable el triunfo de la maldad o la derrota o marginación de la bondad, y hay tanto en manos del azar, y de las manos ajenas, a menudo torpes, corruptas...
- ganar o perder es secundario, lo importante es merecer la victoria... ya se sabe que la victoria tiene a menudo varios pretendientes nobles que la merecen pero a menudo sólo un vencedor, y a veces ni siquiera el mejor sino el que ha tenido la suerte de cara
- no sabemos si la vida es una cuenta atrás, si el momento del adiós está escrito o lo escribimos juntos entre el corazón y el azar, o sólo existe el implacable destino
- es un poco vergonzoso ganar sin merecerlo pero lo más lamentable es ganar con trampas, sin jugar limpio; si la victoria llega más por azar que por merecerlo pero se ha jugado limpio, bueno, pues se sonríe y se disfruta que a fin de cuentas la mala suerte también nos quitó victorias que merecíamos
- la guerra no es sólo entre el bien y el mal, es también entre la inteligencia y la estupidez, y entre la vitalidad y la indiferente inercia
- la rosa ignora a quien regala su perfume, a quien arañan sus espinas, como un niño acaricia o muerde, y no sabe qué, así es la vida, inconsciente
- creer en la versión oficial es como creer en los reyes magos, sólo que esta vez nadie nos traerá regalos...
- la obra de arte es un diálogo en el interior de quien la crea, un diálogo que desde lo personal alcanza lo universal si de verdad es una obra de arte
- hay gente que se conforma con ganar, ¡qué triste!
- pocas veces una obra larga justifica su extensión, cuando lo hace es una gran obra maestra
- caminemos como amamos pues la vida camina al azar de los vientos y las tormentas, si la adversidad nos alcanza, que sea en el camino que amamos
- a veces dejar de buscar es encontrar, aunque no se encuentra sino alguna rara vez lo que se busca
- si el mundo espera que haya héroes, mártires, líderes que lo conduzcan o se sacrifiquen, el mundo no avanzará en la dirección adecuada: hacia la madurez, autonomía, responsabilidad y creatividad
- ni culpa ni inconsciencia, pero sí responsabilidad
- a menudo encajan quienes no son capaces de vislumbrar ni de crear caminos más auténticos y alegres; quienes no encajan son quienes crean nuevos caminos
- hay gentuza a la que si les diéramos (es lo único que se les puede dar) un navajazo en las tripas descubriríamos que en vez de corazón tienen un saco de gusanos... y en vez de sangre, agua de cloaca
- es peligroso perdonar a la gente peligrosa, quizá sólo haya que perdonarla después de muerta, porque el perdón demasiadas veces favorece el triunfo del canalla... quizá la violencia, la ira, lo que se llama buscar justicia o venganza, no sean tan despreciables ni desmedidas en ciertas ocasiones ante gentuza que ha obrado deliberadamente con injusticia y crueldad... quizá lo de poner siempre la otra mejilla sea una estupidez y perdonar a menudo es darle otra oportunidad al canalla para que nos parta la otra mejilla... es complicado el asunto pero hay gente con la que no se puede ser buena persona porque no son buenas personas, hay que protegerse, golpear o huir, quizá las tres cosas...
- en el mundo hay tantas cosas maravillosas que conocer, descubrir, saborear, tocar, besar... que no entiendo cómo tantos seres humanos a lo que se dedican es a destruirlas
- en la vida hay que tener suerte, esto no es una denuncia ni un beso, es así y ya está, hay quien logra que el azar le sonría e incluso enderece y hay quien no tiene sino el viento en contra y no logra llegar más allá... por supuesto hay que intentar alcanzar nuestros sueños y luchar por nuestros ideales y aquellas cosas y personas que amamos, pero seamos conscientes de que la vida no se basa ni en el mérito, ni en la voluntad ni en la justicia, aunque cuando se vive con buena voluntad y con afán de justicia siempre se consigue algo mejor
- es curioso que en el mundo siempre haya dinero para ejércitos y obras faraónicas y nunca el suficiente para educación, cultura, sanidad, en fin, para las cosas verdaderamente necesarias
- la idea, retomada por Saramago, de una unión entre los países de la península ibérica, Portugal y España, es bastante lógica en realidad, lo raro bien mirado es que no se produjera excepto algo más de medio siglo hace ya varios siglos, cuando geográficamente si una zona del continente sería natural que estuviera unida sería precisamente la península ibérica, pero las coronas, las políticas de estado y mil cosas de segundo orden no lo han favorecido... sería una forma de hermanar y unir fuerzas, pero siempre hay quien prefiere enfrentar y creerse mejor que el vecino, pero no es mi caso, para mí la obra de Pessoa me es más querida que la de muchos escritores de esta lengua en la que escribo y la obra de Saramago demuestra una vitalidad acorde con sus ideas humanistas... ojalá prospere la idea pero estamos en tiempos demasiado nacionalistas en los que parece que todo el mundo se mira el ombligo como si no hubiera nada más o fuera la octava maravilla, la octava maravilla sería un mundo justo y alegre en el que cada cual lograra crecer y florecer como persona
- las guerras las vencen quienes venden más armas
- la única razón que comprendo para dar la vida por algo es que no sea algo, que sea alguien, pero por una idea, ideal, forma de ver la vida, patria o similar, qué tontería, las ideas perduran, y también los ideales, las formas de vida, aunque no se muera por ellos, y las patrias van cambiando de fronteras o anexionándose, o extinguiéndose con el devenir histórico, sin embargo dar la vida por alguien a quien se ama, eso sí lo puedo entender, porque una persona sí es única y no puede perdurar eternamente como las ideas, ideales... y lo que se hace por amor siempre está más allá de todo contexto, nace de lo más profundo que una persona lleva dentro...
- morir por alguien debe ser la forma más hermosa de morir
- el amor hace, no se hace... pero lo que se llama hacerlo es un juego delicioso y salvaje
- la vida en sí no tiene valor ni sentido, bondad o maldad, es un poliedro de multitud de caras en el que hay aristas de alegría y de enfermedad, de valor y de cobardía, de honradez y estafas, de creatividad y bajeza, y el valor y el sentido de la vida o lo siente la propia persona o no existe
- el azar rara vez es benevolente, no hay más que atenerse a los hechos, el mundo está lleno de gente maldecida sin ningún motivo, atrapadas en circunstancias de las que la mayoría no podrá salir... y el hecho de que alguien lo consiga a pesar de todo sólo es una excepción, es la historia del ganador que no puede ocultar las millones de historias de quienes no lo han logrado, de quienes son considerados perdedores, pero sólo pierde quien no lo intenta, y el mundo está lleno de gente que lo intenta y aún así no puede conseguirlo, y esa es mi acusación contra el mundo en el que estamos, que cada vez más gente valiosa no lo consigue porque el mundo lo impide, no favorece que las personas crezcan y se desarrollen
- conseguirlo es divino, intentarlo es lo más humano
- reír es bonito
- amar es lo más bonito de la vida
- la vida le lleva un paso de ventaja a la muerte, y ese paso es la vida... ¡adelante!
...


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versos... alguna vez poesía


nuestros mejores frutos
En los mejores viñedos crecen las uvas más sabrosas,
pero sólo si el ambiente es el adecuado,
y el viticultor sabe dar amor y tiempo.
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Y con las mejores uvas se elabora el mejor vino,
pero sólo si el barril es de buen roble,
si se le da el amor que necesita
y tiempo.
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Lo sublime requiere amor y tiempo,
y la mayoría de las personas crecemos
entre prisas y golpes,
con una gran falta de amor y tiempo
para dar nuestros mejores frutos
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sin dejar de amar


sin dejar de amar
Si tienes un regalo, regálalo,
si tienes un don, cuídalo,
si tienes un tesoro, atesóralo,
si tienes amor, ama,
si tienes odio, odia pero
sin dejar de amar,
atesorar, cuidar y regalar
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dejamos huellas


dejamos huellas
Dejamos huellas,
pequeñas o grandes,
en otras vidas,
a veces en quienes no conocimos,
a veces en las que vendrán...
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Somos también los regalos o joyas
que otras vidas
nos dieron o robaron.
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Todas las vidas vivimos enlazadas,
en una cadena que la muerte rompe
sólo por una parte:
las demás vidas tendrán las huellas
que dejamos
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quizá la vida


quizá la vida
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quizá
las nubes son islas en el cielo,
quizá
las vidas son nubes en la eternidad,
que el tiempo y el azar
dispersan y desvanecen,
y la muerte es una tala indiscriminada
de vida
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intentar lo maravilloso


intentar lo maravilloso.
aunque el azar favorece a quien quiere,
sólo a veces a quien lo merece;
aunque en la vida
hay más reyes y reinas que coronas;
aunque la justicia
es más difícil de encontrar que el amor verdadero
y aunque la bondad tiene las de perder
ante la mediocridad y la maldad,
eternas enemigas del talento y la alegría,
quien vive
intenta lo maravilloso
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envidia de diablos cobardes


envidia de diablos cobardes
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Podrían envidiar
a quienes irradian luz de pleno día
pero
admiran a canallas,
a quienes mienten, se burlan,
chulean y se pasan de la raya.
Alaban su desfachatez
y falta de ética,
como si eso les hiciera dioses.
Son diablos cobardes
aplaudiendo a sinvergüenzas;
les envidian y, secretamente,
desarían ser su mierda,
¡lástima que no lleguen a pedo!
¡Qué patética es su envidia!
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florecer


florecer
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¡qué maravilla sentir
que mientras haya vida
(aunque tantas no tendrán ocasión)
siempre habrá semillas
que podrán florecer!
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caminemos como amamos


caminemos como amamos
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caminemos como amamos
pues la vida camina
al azar de los vientos y las tormentas,
si la adversidad nos alcanza,
que sea en el camino que amamos
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rosas rotas


rosas rotas
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¡qué corazón tan afortunado
o pequeño
aquel que no tiene rosas rotas en su interior!
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afortunado si tuvo el viento de cara,
su amor correspondido
y en plena flor;
pequeño si nunca amó
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pliegues del corazón


pliegues del corazón


en los pliegues y rincones del corazón
laten o duermen,
pero no mueren,
los sueños, heridas, caídas y alegrías
que vivimos, en su día, hoy en día...
...


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el juego de la vida
Nadie puede cambiar las reglas del Juego. Mostrar las leyes del juego es parte del juego. El azar tiene siempre la última palabra. La justicia sucede a veces, no es la norma. La victoria y la derrota son para quien decide el azar. El mérito no conlleva corona ni recompensa, ni la maldad conlleva condena. Las trampas pueden tener las de ganar, pero son síntoma de debilidad, aunque el Juego acepta las trampas. El Juego acaba con la muerte. El desenlace del Juego parece traicionar al propio Juego. El Juego empieza al nacer, termina al morir. En el Juego se puede ganar alegría, dignidad, sabiduría, y se pueden perder las mismas cosas. La muerte no es una derrota, es el final del Juego. La vida no es una victoria, es el propio juego. Sí, el juego es la vida. ¡Ya estamos jugando a este juego, queramos o no! Nos lo podemos jugar todo a una carta, o esperar que nos repartan mejores cartas, o jugar al juego de la mayoría, podemos esperar el viento a favor o seguir los aires del momento, pero tanto si jugamos con valentía o temeridad, como si lo hacemos con serenidad o con comodidad, no podemos abandonar el juego hasta la muerte ni alterar las reglas y límites del juego. No podemos reclamar justicia al juego porque no la ha prometido, no podemos denunciar las trampas porque el juego las admite, podemos luchar para que el juego sea más justo y limpio, pero justo y limpio nunca lo será, podemos intentar que las trampas no conduzcan a la victoria pero bastante deshonra es necesitar trampas para ganar una triste victoria. Las reglas del juego contemplan impasibles la presencia del caos, el azar, la casualidad, el crimen, las mentiras, la adversidad, los malentendidos, la torpeza, los accidentes y otros desastres.
Las reglas del juego no hablan de felicidad o florecimiento como derechos sino como posibilidades por las que cada cual puede luchar. Las reglas del juego contemplan las tristes posibilidades de la locura, la neurodegeneración, la resignación, la marginación, la humillación, la apatía... aunque no son obligaciones ni ideales sino peligros. El juego está lleno de peligros. En el juego a menudo la línea que separa prudencia de cobardía o valentía de temeridad es casi inexistente. Casi es una palabra importante en el juego. El juego puede ser divertido, entretenido, aburrido, desesperante...
Se puede invitar-obligar a jugar a nuevos jugadores, aunque suele hacer falta algo más que un juego de sábanas... Traer a nuevos jugadores es regalarles el juego tanto como obligarles a jugar. Se puede jugar como se quiera pero lo más inteligente es jugar a lo que se ama y jugar como se ama, pues el juego puede acabar en cualquier momento. Y no hay más victoria que jugar con amor, aunque no es necesario amar el juego. El juego puede ser odioso pero se puede jugar con amor. También se puede jugar con cierta indiferencia, aunque quizá sea despreciar el juego o quizá comprender su propia indiferencia, y comprender que el juego sólo es el juego, y que la muerte parece traicionar a la vida. Tanto jugar y al final se acaba el juego, acabar como la piedra dura, el polvo y lo podrido, pero la muerte no es una traición porque el Juego nunca dijo que nuestro juego fuera eterno. El Juego es eterno, pero no somos el Juego sino jugadores del Juego, jugadores en la carrera de relevos que nunca termina.
Juguemos de corazón, procuremos jugar limpio y si nuestro juego se vuelve trágico no olvidemos que podemos abandonarlo sin más de la misma manera que el Juego algún día nos dejará sin cartas con las que jugar. Y la muerte no es un juego, ¿qué es? Quizá la semilla lejana de la que con el tiempo (mucho) nace el Juego. Ah, este juego cuando se juega con atención y emoción es como poco sorprendente, aunque hay sorpresas que son desagradables.
Es un juego difícil y complicado y nunca se aprende a jugar del todo bien, aunque a veces no hay bien jugado y mal jugado sino bendecido o maldecido por el azar. A veces las peores jugadas son bendecidas y otras veces las mejores jugadas son maldecidas.
La gente idealista desconocen las leyes del juego y creen que el juego también es idealista, pero el Juego sólo acepta la subversión a nivel intelectual y la rebelión emocional frente a la arbitrariedad y las adversidades injustas del propio juego, pero no la transgresión de las propias leyes, que incluyen el azar arbitrario, las adversidades sin porqué y hasta las trampas y humillaciones sin merecimiento. El juego no admite mejoras, reformas o idealismos. El juego admite la crítica pero no la revolución. El juego permite la existencia del idealismo, el pasotismo y también del fatalismo pero nada más. Ni el idealismo, ni el pasotismo ni el fatalismo están justificados para el Juego, son tendencias sin más trascendencia en el Juego.
El juego simultáneamente se juega en soledad y en compañía, pero cada cual juega su partida en el Juego. Si el Juego te da buenas cartas quizá tienes las de ganar, pero ¡no las desperdicies como hace tanta gente! Si el juego te da malas cartas, ¡puedes jugarte un farol alguna que otra vez, aunque tendrás un juego difícil a no ser que te cambie la suerte! Si el juego te da cartas del montón, ¡puedes crecer o puedes arruinarte!
El juego reparte alguna carta buena a quien se las reparte malas, y reparte alguna carta mala a quien se las reparte buenas. El juego es perfecto porque no lo es
Se rumorea que el Juego lo creó algún dios ocioso, pero tuvo que inventarlo en una borrachera con el diablo.
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vivir es de vital importancia
vivir es de vital importancia
Hay quien afirma, con algo de humor, que "morir es de vital importancia". La vida está, instante a instante, llena de muertes, y la última de todas es el reinado de los gusanos. Pero sólo la última es el final de cuanto somos e intentamos conseguir. Morir no es que sea importante, tampoco es importante en sí la vida. Lo importante es vivir bien, con sinceridad, amando lo que nos hace buenos, alegres, dulces y juguetones. La muerte es el final que detiene un camino, nada más. No da sentido a la vida ni le quita sentido a la vida. Una muerte heroica no hace heroica una vida, ni una muerte tonta hace tonta una vida. Y el sentido cada vida lo siente en su interior, es individual, personal.
La muerte es casi un fraude, es como, y después de todo, vas y nada, se acaba y punto, porque sí, pero la vida también es porque sí. A quien ama la vida la muerte no le hace gracia ni puede aceptarla con resignación o calma, porque quien vive quiere despertarse un día más, y otro, y otro... sentir el sol, jugar a las nubes, sonreír, besar y ser besado, disfrutar de alguna de las inagotables maravillas de la vida y dar lo mejor que lleva en su corazón.
La muerte acaba con toda esa alegría de vivir, con la posibilidad de descubrir, aprender y disfrutar, porque acaba con la vida. Hay que morir (a no ser que logremos la inmortalidad) pero ¿morir contento o tranquilo, a gusto? sólo si la vida se nos ha vuelto gris o infierno se muere con alegría o como una liberación, o con sosiego.
La alegría desea eternidad, y quien vive con alegría quiere seguir viviendo con alegría, seguir disfrutando, seguir creciendo, aprendiendo, acogiendo y regalando vida.
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el deporte y la vida (sentir que merecemos la victoria)
La selección española de baloncesto ganó hace un año el mundial de baloncesto en Japón. Histórico. En las semifinales contra Argentina el último tiro de los argentinos dio en el aro y no entró, y España pasó a la final, en la que casi borra del mapa a Grecia.
Un año más tarde la selección española de baloncesto ha tenido el último tiro en la final del eurobasket y el balón se ha salido del aro y no ha entrado. Rusia ha ganado de un punto, tras dos semanas de partidos y haber perdido su único partido precisamente con España.
Todo se ha decidido en el último segundo, por un centímetro. La vida misma tantas veces. Cuando se llega a un final tan apretado el azar y el acierto pueden estar de nuestra parte o no.
Para completar la filosofía sutil y profunda del día, España ha ganado en Rusia, a Rusia, el europeo de voleibol, por primera vez, como extraños compañeros que se arrebatan mutuamente la gloria en casa, sin poder ser profetas en sus propias tierras. Los rusos nos han ganado aquí, los españoles les hemos ganado allí, qué ganas de tocar las narices, qué ironías de la vida.
Así son tantas veces el deporte y la vida.
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Hay momentos en los que el deporte es una elocuente demostración de cómo puede ser la vida, en la que el trabajo de un año se va al traste por una tontería de principiante, por un despiste, o por una injusticia recibida, o incluso lo contrario a veces, que una victoria llega más por azar que por merecerlo. Lo último pasa más en el fútbol, y lo anterior más en baloncesto. Y de la gloria al fracaso puede haber una milésima, un milímetro. Así es la vida a veces.
Gana quien logra llegar antes, tener más tantos, pero a veces quien perdió jugó mejor, y otras quien ganó debió perder pero tuvo toda la suerte del mundo.
En la vida estas cosas ocurren todos los días más veces de las que creemos pero en el deporte es más evidente, aunque en la vida, como en el deporte, lo importante no es ganar sino merecer la victoria.
Sentir que merecemos (o merecimos si no la conseguimos) la victoria.
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la gata que dormía con la rata
alguien me ha contado una historia que ocurrió hace algún tiempo, no es una parábola sino una historia real, pero tiene algo divertido y hasta hace pensar un poco...
un hombre tenía una carnicería y tenía una gata, a la que alimentaba con trozos de carne, esos que son sobras para la gente pero para los animales no lo son... la gata, al tiempo tuvo gatitos, y el hombre notaba que ésta no cazaba, pero un día, ante su sorpresa y después enfado vió que la gata, los gatitos y una rata estaban durmiendo juntos en un cesto, tan ricamente...
el hombre, furioso, quería matar a la gata pero al final se la dio a un hermano que vivía en una casita, en realidad eran casitas adosadas...
al poco tiempo la gata cazaba ratitas, luego ratas y hasta se la vio meter más de medio cuerpo en una cañería y sacar a una de esas ratas que casi parecen conejos de lo grandes que son, y a pesar de la lucha, que esas ratas no se andan con diplomacias, imponerse a la rata y cazarla
el hombre, cuando se enteró de lo cazadora que era aquella gata no se lo creía, pero en realidad no sólo cazaba en la casa de su hermano, cazaba hasta las ratas de las casas vecinas, y eso que no era cazadora...
sólo le faltaba el motivo para cazar, como ya tenía carne en la carnicería no tenía necesidad de cazar, y es que cuando nos lo dan todo hecho, pues nos dormimos y no nos esforzamos...
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encajar o no encajar, ¿esa es la cuestión?
encajar o no encajar, ¿esa es la cuestión?
Se dice que es necesario acomodarse a los tiempos, pero ¿por qué motivo, si los tiempos están equivocados? _Ingres
_ Ingres
Con esta cita quiero pensar un poco sobre lo de encajar o no encajar en el mundo, la sociedad, los modelos impuestos de cómo se debe ser, vivir, relacionarse, comportarse...
¿Cuánto hay de natural en lo que llamamos hoy en día naturaleza humana? ¿Cuánto es mero encajar en una inercia, en un sistema, por estúpido, vulgar o tiránico que sea?
Dejo las preguntas en el aire, pero le doy toda la razón a Ingres, los tiempos están equivocados, siempre lo han estado y siempre lo estarán. La locura y la estupidez recorren todas las épocas de la humanidad, la inteligencia y la cordura son excepciones, y esto de pesimismo no tiene nada, es la realidad. Bertrand Russell llegó a la misma conclusión y era un hombre vitalista y optimista, pero no iluso ni tonto.
Hace poco en un periódico digital una lectora dijo que la normalidad nos ha traído una sociedad egoísta en la que sólo interesa la imagen y el dinero... y a grandes rasgos es lo que ocurre. Claro que hay gente a la que no nos gusta, que seguramente no encajamos ni encajaremos, pero es que no queremos encajar en una normalidad tan patológica.
Ah, el gran humanista más que psicólogo, casi sociólogo Erich Fromm escribió un libro titulado, con conocimiento de causa, "La patología de la normalidad", publicado por Paidós.
Encajar o no encajar, a veces esa es toda la cuestión, ceder y resignarse o no hacerlo y vivir contracorriente, cosa que no es fácil pero ¿vale la pena vivir de rodillas, con las alas pachuchas y el corazón encogido?
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bondad, inteligencia, belleza...


bondad, inteligencia, belleza...
a veces se habla de qué es más importante, si la belleza o la inteligencia, pero ¿quién se acuerda de la bondad?
la belleza puede ser muy engañosa y hasta ser un arma más de la mediocridad, la inercia o incluso la maldad, está muy lejos de ser la cara el espejo del alma ni la belleza reflejo de la inteligencia o de la bondad... hay gente muy atractiva que no tiene casi nada inteligente o bondadoso en su interior, que prosperan en el mundo por su cara bonita, sin más, porque en un mundo tan rápido y superficial la mayoría no tiene ni tiempo ni paciencia para ver más allá de la apariencia
desde luego hay personas que son inteligentes y bellas y de buen corazón, pero no hay muchas
y si hubiera que elegir entre una persona inteligente y una persona bella yo no elegiría a ninguna de las dos porque la inteligencia no es sinónimo de bondad, hay gente muy inteligente que tiene muy mal corazón, y tampoco elegiría a una persona bella sin más porque una cara bonita con la que no se pueda hablar sino de cotilleos, ¿qué porvenir promete?
hay quien dice que lo importante es tener inteligencia porque a fin de cuentas, si esa inteligencia se emplea con habilidad en los negocios se puede conseguir belleza vía cirugía estética, pero esa inteligencia al servicio de la estética. ¡qué poco es! ¿quién dice que quiere ser más inteligente para mejorar el mundo?
el gran problema del mundo no es que haya que elegir entre inteligencia o belleza, es que la bondad parece que ha quedado como algo de gente ingenua, idealista a la que se considera poco menos que parias, imbéciles, o gente soñadora...
yo me quedo con el sueño de conocer a más gente buena... si además es inteligente, mejor... si además es bella, ¡el paraíso!
...


tópicos
el mundo está lleno de tópicos, los hombres son brutos, las mujeres son sensibles, los extranjeros son raros, peligrosos, o son mejores, la vida es bella, la vida es una mierda, cuando hay confianza da asco, quien la sigue la consigue, el amor todo lo puede, alá es grande, dios es misericordioso... la lista sería muy larga
sólo añadir que sencillamente nos convertimos en estereotipos cuando seguimos esas cosas que no son sino tópicos o directamente tonterías, o falacias
para ir conociendo y eliminando falacias de nuestras vidas dejo enlace muy interesante
http://web.archive.org/web/20071223075920/http://www.usoderazon.com/
...
¡qué belleza hay en el fondo del mar!
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egocentrismo del ser humano
egocentrismo del ser humanoEl ser humano siempre ha tendido a considerarse el ombligo del mundo, la especie dominante y supuestamente más inteligente de este planeta, lo que a menudo no está demostrado.
La arrogancia egocéntrica de tantos seres humanos destruye la naturaleza explotándola y saqueándola brutal y estúpidamente, y lo mismo sucede con los recursos naturales.
Además el ser humano suele obrar indiferente e inconscientemente sin pararse a pensar (un verbo poco conjugado) en las consecuencias de sus actos, como las palomas que se deshacen en vuelo de sus excrementos.
Entre esta inconsciencia y el desprecio por todo aquello que no sea el propio ombligo, y la rapacidad y maldad de no pocos ejemplares detestables del ser humano que manipulan y roban cuanto pueden, se explica que el mundo esté tan desquiciado, acelerado, hambriento y necesitado de calma, compasión, inteligencia y bondad.
Estamos en una época que será aborrecida por quienes nos sucedan, y con toda la razón, porque tenemos los medios para vivir en un mundo más justo y cálido y estamos presos de la locura, mediocridad, decadencia, la explotación y el frío frívolo y barato de esta sociedad del espectáculo. ¡Y qué espectáculo tan lamentable!
Sólo crecen cifras en las cuentas bancarias, y sólo de una minoría, pero aumentan todas las plagas incluídas la estupidez, la locura y la falta de alegría.
¡Qué sucio está el ombligo del ser humano! ¿De qué presumimos? ¡Cuántos motivos para bajar la cabeza y sentirse avergonzado de pertenecer a esta especie, y qué caro se paga decirle al ser humano lo que no quiere oír!
Hay pocos seres humanos que lleguen a ser personas.
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reglas curvas


reglas curvas
hay reglas curvas en la vida... dicen que intentarlo a veces es valentía, otras temeridad, a veces tenacidad, otras terquedad; que merecerlo sólo es conseguirlo a veces; que justicia es un ideal y una palabra, pero rara vez una realidad; que la ley a menudo es injusta; que la bondad a menudo es saqueada por la mediocridad, la inercia y la maldad; que quien la sigue a menudo consigue desesperarse, pero quien no lo intenta... ¡qué difícil lo tiene!
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jugar a las nubes (2007)
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